Por twitter me encontré con este artículo en el que una chica contaba que tenía un trastorno mental y hablaba abiertamente sobre ello como forma de concienciar a los demás sobre ello, se quitaba la capa de invisibilidad y mostraba su trastorno. Yo también he mandado fuera la capa de invisibilidad al hablar abiertamente de mi depresión y posteriormente de mi nuevo diagnóstico de TLP.
El estigma de la enfermedad mental.
No he parado de hablar de ello todo este año, en realidad desde que «salí del armario« contando que padecía depresión y en todos los episodios de mi podcast «Lucy hablando en crudo» voy contando como me siento al respecto y cómo me van afectando las cosas.
Las personas con salud mental no aceptan bien a aquellos que padecen enfermedades mentales. Ya sea algo tan habitual como la ansiedad o algo tan raro como un trastorno de múltiple personalidad se rechaza a la persona que lo padece. Una de cada cuatro personas ha padecido, padece o padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida. Eso es el 25% de la población. Cualquiera en tu familia, amigos o trabajo puede estar luchando contra una enfermedad mental sin que tu lo sepas.
Normalmente se tiene a vivir en el hermetismo y a no hablar sobre ello por miedo a la reacción de los demás.
Yo misma no dije en mi último trabajo que padecía depresión y que a ello se debía mi baja. Les conté que era por problemas estomacales, lo cual era cierto, aunque se debían a la ansiedad que me provocaba el ir a trabajar.
Fuera la capa de invisibilidad
Es difícil. Es duro. No compensa mucho.
Estas navidades toda mi familia sabe de mi depresión, por el ingreso. Serán unas Navidades de miradas raras, frases extrañas… Todo el mundo andando sobre algodones conmigo probablemente. Yo no quiero que me traten especial. Simplemente que sepan lo que hay.
Igual que vosotros. No puedo fingir siempre felicidad cuando por dentro me estoy rompiendo a pedazos. Prefiero mostrarlo, aunque pierda seguidores que quieren solo lo happyflower. Aquí también hay algo de eso, me gusta pensar que soy una deprimida positiva. Mis altibajos es lo que tienen. Puedo estar montada en la ola de la felicidad o sumida en la mayor oscuridad. Y nunca sé cómo va a ser mi día si de uno o de lo otro. O cuando empieza una racha no sé cuando acabará.
Las rachas buenas son más fáciles de manejar. Las malas las llevo como puedo. Con ayuda de Natsu. Y con el día a día de Loki, que me ayuda a salir de cualquier estado sacándome una carcajada a hurtadillas con cualquier tontería.
Es difícil vivir expuesta
Con la edición del libro «Elijo el Arcoiris» que por consiguió el reto de llegar a los 3.000€ en Verkami para poder publicarse, me he expuesto como nunca antes había hecho. He derramado en ese libro todas las lágrimas, emociones, dolor y ansiedad que vivo. Porque a día de hoy ese sigue siendo mi día a día. No estoy curada. A veces levantarme de la cama es lo que más me cuesta hacer, otras lo difícil es no volver a ella hasta que el mundo me reclame.
Ahora todos los que lean ese libro sabrán como es estar dentro de mí. Cómo es vivir mi vida, en mi cabeza. Cómo es tener ansiedad, miedo, depresión… y es la mayor exposición de mi enfermedad posible. Me da mucho miedo, pero también creo que es necesario. Es necesario que algunas personas digamos fuera la capa de invisibilidad para que otros sean conscientes de lo que hay.
¿Y tú, vives con capa de invisibilidad?
Santi dice
Muy buen post!
Eres una valiente! Valente no es la persona sin miedo si no aquella que aporta valor porque vale. Tú vales mucho.
¿Sabes? las «etiquetas» solo sirven a aquellas personas que necesitan ordenar su comprensión del mundo, porque no tienen otro sistema para hacerlo más comprensible.
Un abrazo!
Lucy Chibimundo dice
No me veo valiente, la verdad, lo digo siempre. Me veo débil. Quizás un día cambie mi perspectiva.
Gracias por tus palabras.