Loki cumplió un año y quiero dedicarle esta carta donde le cuento cómo es ahora mismo. Sé que pasará tiempo antes de que pueda entenderla, años antes de que pueda leerla y mucho más hasta que pueda «apreciarla». Probablemente este blog haya desaparecido para entonces.
Aún así quiero escribir para él, porque es precisamente por Loki que tengo este blog.
Loki de la cabeza a los pies.
Te hemos cortado el pelo hace poco y parece que llevaras una cresta un poco mohawk. A mi me gusta más que lo lleves largo, pero hace mucho calor. Es mejor que pases menos calor y sudes menos a que seas un bebé a la última moda. Bueno, eso pensamos nosotros, cuando puedas hablar ya nos dirás que opinas tú.
Tienes 8 dientes, 4 arriba y 4 abajo. De momento parece que han parado de salir. Han molestado un poco, pero lo has ido aguantando bastante bien. Con muchas babas y mordiendo prácticamente todo lo que tenías al alcance.
Mides 72,5 cm. Y lo que te ha costado crecerlos. Desde Febrero que te estancaste en los 70 y parecía que no ibas a crecer más. Que tienes la mamá que tienes, y a mi no me conocen por ser especialmente alta… pero espero que te parezcas a papá.
Pesas 8.400 y a papá le preocupa que estés muy delgado. A mi me parece que «a ojo» estás sano, nunca has tenido la típica papada de bebé. Nos preocupamos por tu salud.
La ropa de 6-9 meses te va quedando apretada y ya hemos pasado a la talla de 9-12. El estirón que has pegado en el último mes se hace notar. Usas la talla 21 de zapatos, lo sabemos porque te hemos comprado tus primeros «zapatos de andar». Nos ha costado encontrar unos que cumplieran todas nuestras exigencias, pero se te ve contento con ellos.
¿Que te gusta comer, Loki?
Te lo pasas bien a la hora de comer, disfrutas de esos ratos de jugar con la comida… y cuando la tiras al suelo me miras y sonríes. A mi no me hace gracia (casi nunca) y a veces me enfado, pero sé que no lo haces a mal. Limpiar es un rollo, pero creo que hemos acertado con el BLW.
La fruta te encanta, hasta ahora lo mejor del mundo eran los plátanos, pero parece que el verano ha traído la frescura de la sandía. No estoy segura de si prefieres comer sandía o apretarla entre tus deditos y ver cómo se deshace.
Como hace mucho calor a veces te hago guacamole «para bebé» con cebolla y lima. Puedes untar tus dedos, la mano entera o un pico de pan, aunque la mayoría de las veces lo comes a cucharadas.
Tengo un vídeo tuyo comiendo lima, es muy gracioso porque la notas ácida y pones caras raras, pero te la sigues comiendo. Como yo con los limones cuando era pequeña (bueno, aún ahora lo hago).
Te encanta cuando la abuela hace berenjenas rellenas y te doy un poquito de mi plato. La comida de la abuela es lo más. Suyas has probado también las lentejas y las judías. Me esforzaré mucho para cocinar cosas muy ricas para ti, aunque no me salgan como las de la abuela.
Y por mucho que le pese a algunas personas, sigues tomando teta. Cuando tienes sed, cuando tienes hambre, para calmarte si te has tropezado y te has hecho daño y para relajarte y dormir.
¿Cómo te comunicas, Loki?
Siempre has balbuceado mucho en tu propio idioma. Ahora vamos entendiendo cosas como mamá, papá, teta o patata. Tengo ganas de escucharte decir más cosas. Ahora la palabra de moda es «papá». La repites constantemente como si fuera una canción poniendo entonaciones diferentes. Debo reconocer que se me cae la baba.
Abres y cierras las manos para indicar un montón de cosas: cógeme, dame, quiero, ven… a veces te entendemos y a veces no. Entramos en una nueva fase de comunicación en la que tu sabes que puedes decir cosas y nosotros no siempre te entendemos. Es difícil y lo será por un tiempo. Prometo hacer mi mayor esfuerzo por entender tus necesidades.
Por ejemplo, ahora te ha dado por morderme para pedir teta. Estoy intentando enseñarte que no hace falta. Te pregunto: ¿qué quieres mi amor? ¿quieres teta? y te signo para que puedas aprender a comunicármelo.
Además de morder has aprendido a pellizcar. Se te da bastante bien, ya me has hecho algún moratón. Antes amasabas mi brazo mientras tomabas teta y ahora pellizcas. También estoy intentando enseñarte a que no lo hagas. Es difícil porque yo te explico y no me entiendes. A veces me haces mucho daño y me enfado. Me retiro repentinamente y grito de dolor. Y tú te sorprendes y lloras.
¿Que has aprendido, Loki?
Los cinco lobitos quedaron atrás, pero «« sigue siendo muy divertido a cualquier hora, pero sobretodo en el momento de cambiar el pañal. En la guarde has conocido a Trepsi el payaso que también te hace mucha gracia, juegas a hacer «bu» y dar palmas.
Te llamaba mucho la atención cuando nos peinábamos y has aprendido a hacerlo tú, si te pregunto ¿donde tienes el pelo? señalas la cabeza. Te gusta peinarte tú y peinarnos a nosotros. Los gatos huyen de ti cuando te ven con el peine en la mano.
Cada vez manejas mejor la cuchara, dependiendo de la consistencia de lo que comes, casi siempre llega a la boca. El tenedor de momento sigue resistiéndose, y a veces te ayudas con la otra mano para pinchar algo. Estoy segura de que lo conseguirás.
Sabes que cuando alguien sale por la puerta de casa hay que decir adiós y sueles salir a despedir a la gente. Algunos tienen la inmensa suerte de poder irse con un beso que les tiras con la mano.
Y ahora estás perfeccionando el movimiento del beso, y con la mano abierta te das en la boca y haces el indio. Te hace mucha gracia que papá y yo lo repitamos. Nosotros morimos de ternura con tu sonrisa cuando lo vuelves a hacer y nos miras para que te sigamos.
Y por supuesto, el mayor aprendizaje de las últimas semanas: andar.
¿A qué juegas, Loki?
El juguete más usado en casa es la torre de Ikea. No obstante llegaron muchas cosas nuevas a casa por tu cumpleaños y hay un par de grandes hits:
- La torre cónica de Grimms: al principio solo sacabas los discos y los lanzabas. Ahora sigues haciéndolo pero además has aprendido a ensartarlos. Creo que dentro de ti sabes que hay un orden correcto en el que van porque puedes estar un buen rato sacando y metiendo diferentes discos hasta que te quedas a gusto. A lo mejor tienen un orden para ti que yo no comprendo. Puedes pasar mucho rato jugando solo con esto, aunque prefieres que papá se tumbe a tu lado en la «zona de jugar».
- El Roller Derby de Hape: lo vi en el y ha sido un gran acierto. El día del cumpleaños gustó a mayores y pequeños. Te encanta meter las bolas por los diferentes agujeros y a mi me encanta ver tu cara de confusión cuando metes la bola por uno y en vez de caer, sale hacia adelante. Papá se divierte contigo parando las bolas por detrás, entonces tu te sorprendes porque la bola no sale por donde esperas y pones ese gesto tan bonito de «¿dónde está». No es tan divertido cuando tiras las bolas al aire, ya has dado a papá un par de veces en la cabeza… pero poco a poco te enseñaremos que eso es peligroso y no se hace.
También te encanta arrastrar el carrito, usas la hamaca para trepar, el plumero de los gatos parece un imán y tienes dos molinillos que ganarían a cualquier sofisticado juguete con pilas.
El abuelo te construyó una «busy board» con un montón de botones y puedes pasar el rato tocándolos todos… Tanto te gusta que la luz casi se ha quedado sin pilas, un par de cosas se han despegado y el timbre no suena como al principio. Pero «romper» en tu idioma significa «me encanta».
¿Que sigue igual y qué ha cambiado?
Te sigue encantando tu peluche de elefante. Te lo regalaron al poco de nacer y te encanta. Chupas la trompa y pienso que debe parecerse a la sensación del pezón, lo usas como si fuera un chupete. Hace unos meses que no quieres ver el chupete ni en pintura. Cuando te lo ofrezco haces pedorretas para que no te lo ponga y si te lo doy en la mano lo tiras.
Sigues haciendo la siesta, pero en vez de hacer 3 cortitas ahora haces una algo más larga. Cada vez que me aprendo un ritmo y empiezo a habituarme a ello creces y cambias.
Siempre has sido bastante movido, empecé a sufrir pronto porque te agarrabas a cosas y te ponías de pie. Ahora ya andas, a veces incluso te da por correr y parece que lo de gatear ya no te hace tanta gracia.
Antes cuando te caías, aunque fuera desde muy abajo llorabas a mares del susto. Ahora a veces te quejas y me llamas con tu gesto «ven, ven, cógeme». Hay veces que incluso te ríes y sigues jugando. Ya sabes que no pasa nada, que el susto se pasa. Y sabes que si te haces daño estamos ahí para recogerte y abrazarte. Todavía te pegas algunos buenos sustos, yo también. Y quedan muchos golpes por darte…
Antes podías quedarte contemplando el mundo un buen rato cuando te despertabas por la mañana o de la siesta. Como recordando lo que habías soñado. Ahora miras a los lados, nos buscas y si no estamos rompes a llorar. Me da mucha pena cuando te pones así, pero por suerte se te pasa pronto en cuanto nos ves. Por suerte sigues durmiendo bastante bien (o al menos, yo considero que si).
La que sigue sin dormir una noche del tirón, soy yo.
¿Crees que me ha faltado algo por contarle a Loki?
¿Hay algo que te gustaría saber de ti cuando eras peque?
Calce dice
Creo que a Loki también le gustan los primos mayores, esos que hacen cosas fascinantes como agitar papeles o hablar usando un cubo de micrófono jajajaja
Lucy Chibimundo dice
Le encantan los niños mayores, observarlos y aprender maldades, jajaja. Además es que absorbe conocimientos a una gran velocidad. Aunque luego la ejecución no sea óptima.
martarivasrius dice
Me parece un post TAN bonito… Me encanta!!!
Lucy Chibimundo dice
Tu lo haces cada mes que es más difícil (y más bonito) de hecho me he inspirado en tus post a Sofía para escribir este a Loki <3
Estela - Criando Pulgas dice
Me había perdido este post!!!
Me encanta la manera en la que has contado tantas cosas y tantos detalles. Tanto, que creo que te lo copiaré para el próximo cumpleaños jajajjaj.
Qué bonito que es ^^
Lucy Chibimundo dice
Yo no recuerdo donde lo ví pero también saque la idea de otro blog de maternidad 🙂