Como sabéis hace poco tuve un ingreso voluntario en psiquiatría. Una de las cosas que más me preocupaban era Loki, ¿cómo llevaría él la separación?, ¿cómo podía prepararlo para pasar un tiempo sin mamá? Eran preguntas que me asaltaban y me hacían dudar de si ingresar o no, cuando mi salud estaba en juego.
Finalmente tras consultarlo con varias psicólogas, la pedagoga de la guardería de Loki, amigas, Natsu y mi almohada llegué a la forma en la que hicimos las cosas.
Antes de nada…
Esta es la forma en la que yo decidí actuar movida por mis propias circunstancias e intereses. Puede que no sea para todo el mundo. Puede que este artículo no te sirva porque tu situación es otra. Por favor, ten en cuenta que todas las decisiones se basaron en una situación particular y personal.
Loki tenía 27 meses cuando nos enfrentamos a esta situación y aunque habla y entiende bastante tiene un dominio básico de conceptos y palabras así como de la relación en la que pasa el tiempo.
Pasar un tiempo sin mamá
Si Loki iba a pasar un tiempo sin mamá era porque yo no iba a estar. Y si no estaba a su lado, ¿dónde estaba? Entonces decidimos decirle que me iba de viaje. De esa forma podía integrarlo con otras ausencias que ha tenido papá cuando se ha ido de viaje por trabajo y cuando nosotros hemos salido de viaje.
Días antes del ingreso le estuvimos contando que mamá se iría de viaje. Que se estaría quedando en casa de los abuelos algunos días. Papá le iba a cuidar mucho más. Mamá volvería pronto.
No sabíamos cuánto iba a durar el ingreso. Para los peques a esta edad 3 días o 6 días no hacen diferencia. Por eso no le dijimos un número de días.
La psidopedagoga nos dijo que aunque parezca que le hablamos a la pared cuando se lo estamos contando, a ellos se les queda en la cabeza. Entonces se acuerdan. Cuando mamá no esté y pregunten por ella «está de viaje, ¿te acuerdas?». Ya le hemos adelantado algo que va a pasar. Adelantarles lo que va a pasar ayuda a que lo coloquen mentalmente.
Además podíamos tener charlas de vídeo con el teléfono, nos veíamos un ratito, que la mayor parte de las veces no me hacía ni caso y hablaba con el adulto de turno. Pero mamá estaba ahí para poder hablar con ella si quería.
Utilizar una frase y repetirla.
Cuando el peque preguntaba, todos le contábamos exactamente la misma historia «mamá se ha ido unos días de viaje, volverá pronto, mientras te lo vas a pasar genial con los amigos, los abuelos y papá». Usar todos la misma frase le ayudaba a recordar y saber cual era la situación. Todos los adultos le decíamos lo mismo y él sabía lo que estaba pasando.
Informar a la guardería.
Lo que estaba pasando en casa me avergonzaba muchísimo y tener que contar en la guardería lo que pasaba y a donde iba realmente me daba un poco de angustia pero hablé con ellos para que me ayudaran a gestionar mi marcha. Que los otros cuidadores sepan lo que está pasando en casa es fundamental por si hay cambios comportamentales en el peque. Quizás tiene que sacar la incomprensión, la rabia o los sentimientos y se pone más retraído o violento de lo normal. De esta forma ellos ayudan a llevar los sentimientos al peque.
No vernos durante la ausencia.
Además aunque nos veíamos por el teléfono con llamadas, no nos vimos físicamente. Yo tenía permitidas las salidas y podía haberle ido a buscar a la guarde o pasar la tarde con él. Incluso podía haber venido a verme al hospital. Pero decidimos que durante el viaje lo haríamos «real» y no me podría ver. Más por mi que por él. Yo no sabía como iba a gestionar su partida así que preferí no verlo en todo el tiempo, solo vídeos, fotos y llamadas.
¿Y tú cómo has/habrías gestionado un tiempo fuera de casa?
Nueve meses y un día después dice
Yo creo que me hubiera dicho lo mismo, que me iba de viaje. Espero que lo haya llevado bien. Seguro que sí. Un besote.
Lucy Chibimundo dice
Lo llevó muy bien y a mi vuelta ha estado un poco más mimoso de lo habitual pero algo razonable 🙂