Una barriga, a eso quedamos reducidas las mamás. Cuando das la noticia del embarazo te miran la barriga, para adivinar si está más redonda. Luego se vuelve objeto de miles de comentarios: que si está alta, baja, redonda, picuda… También hay quien se convierte en vidente y quiere adivinar el sexo del bebé por la forma. Y cuando ya sabes el sexo los videntes intentan saber cuándo nacerá.
Barriga y embarazo.
A lo mejor nunca has hecho mucho caso a esa parte de tu cuerpo o quizás si y te encanta, a lo mejor de acompleja. Es importante que sepas que una vez te quedas embarazada se convertirá en un imán que atraerá miradas y manos.
También será el centro de atención en conversaciones. A la gente le encanta hablar de lo ajeno, sobretodo en España. Y entonces empiezan las críticas que pueden verse como meras descripciones o como juicios brutales.
«Pues no se te nota nada, ¿seguro que estás embarazada?»
«Tienes poca tripa para estar de 4 meses»
«Tienes mucha tripa para estar sólo de 4 meses»
Cada una de estas frases es un ataque. Aunque se diga de broma. Da igual si al final de la frase hay una sonrisa y el tono ha sido amistoso. Sé lo que estás penando:
Lucy, estás algo hipersensible. Son frases normales. Se dicen sin maldad.
Puede ser. No lo niego. Esta es mi visión personal del tema, absolutamente subjetiva.
Los complejos.
Soy una persona acomplejada. Tengo mil y un complejos. Podría ponerme con una lista de todo lo que no me gusta de mi cuerpo, lo que querría cambiar y las formas en las que ya he modificado ese cuerpo para que cumpla mis criterios.
Mi historia solo es una de las muchas que puedes encontrar. No conozco a nadie que no tenga ni un solo complejo. Conozco personas que se quieren y se aceptan. Que aprenden a convivir con lo que no les gusta. Algunas disfrutan de aquello que antes odiaban. La gran mayoría tienen algo que les gustaría cambiar de todas maneras.
¡Embarazadas que engordan!
Al principio del embarazo no engordé apenas, aunque la tripa se fue redondeando y después de la semana 12 ya se veía abultada. Podría confundirse con el efecto de los turrones y los mazapanes navideños, pero poco después, ya en Febrero era difícil de confundir. Y fue en el segundo trimestre que empecé a engordar.
Entre la semana 20 y la 30 pude coger alrededor de 15 kilos. Yo seguía con el ritmo de siempre, no dejé de hacer ningún deporte que realizara antes. Dejaba el coche lejos y caminaba hasta la oficina. Comía lo mismo que los meses anteriores. De hecho no, comía lo mismo pero sin los excesos navideños.
Lo normal es engordar entre 9 y 12 kilos en un embarazo. Si estás más delgada o más gorda al principio ese número puede variar. Yo ya me había pasado por arriba a 12 semanas de que Loki saliera.
En cada consulta te pesan y te toman la tensión cada vez que vas. Dependiendo del profesional con el que topes te dará unas indicaciones u otras. Puede que te den la típica fotocopia de dieta de 1.200 calorías para que aprendas a comer sano. Cada vez que iba a la consulta me regañaban por haber subido de peso y me daban las mismas pautas:
Come sano, come menos, muévete.
Como si de un mantra se tratara. Según los médicos yo estaba cogiendo peso porque comía mal, comía mucho y era una vaga.
No todas somos iguales.
Yo ya existía antes de mi embarazo. Tengo Síndrome de Ovarios Poliquísticos y un largo historial de subidas y bajadas de peso asociadas a los cambios de anticonceptivos y dietas varias. De hecho había bajado 15 kilos durante el año previo a conseguir el positivo. Con una dieta y seguida de cerca por una nutricionista y una endocrina. Además de tomar medicación para ayudar al final del proceso.
Cualquier persona que acabe de bajar 15 kilos y vuelva a comer «como antes» tendría un efecto rebote. Más aún si además tiene que engordar porque hay algo creciendo dentro de su cuerpo. Más todavía si su problema de peso se debe a temas hormonales y el embarazo es una fiesta hormonal. A pesar de esto, de explicárselo a cada ginecólogo que me veía, todos hicieron oídos sordos. Me repetían que no podía seguir subiendo de peso y que me atuviera a la dieta que me habían dado.
En una ocasión apunté todo lo que comí de una visita a otra, y cuando llegó el momento de la bronca por lo mucho que había engordado le entregué mis comidas. «Si comieras así no estarías engordando.»
Necesitamos una atención más empática durante el embarazo. Y necesitamos que el peso no sea un problema solo de la embarazada ni un arma arrojadiza que los profesionales médicos le puedan lanzar de forma acusatoria o un escudo donde puedan cargar las razones de un mal parto.
¿Y la barriga después del parto?
Una vez tienes a tu bebé en brazos, todo lo que debería preocuparte es recuperar tu salud para poder cuidar de él. Pero te levantas para ducharte y ves que parece que estás aún de 5 meses. Que ahora en vez de una barriga redonda es un poco caída. Y empiezan a preguntarte qué tal la recuperación, si has perdido mucho peso en el parto. Como si te hubieras hecho una liposucción en vez de traer un ser humano al mundo.
Y algunas mamás tienen la suerte de que esta presión les pasa un poco por encima porque sus cuerpos vuelven a recomponerse y retoman una figura semejante a la anterior al embarazo rápidamente. Otras mamás tardan el tiempo normal. Y hay mamás que arrastran kilos de un embarazo a otro y no saben si alguna vez tuvieron esa figura.
Las mujeres siempre estamos en una competición de peso (gracias heteropatriarcado y normas sociales absurdas). Y esa competición ha trascendido al embarazo. Del «tienes que comer por dos» al debes ser una «fitmum». Si no hacías deporte antes del embarazo tienes que apuntarte a alguna actividad, porque es bueno para el bebé. Y si no haces nada eres una madre «vaga» que no es capaz de hacer eso por su bebé. Del tienes que dejar pasar la cuarentena a pedirle a tu ginecólogo que te de el «alta» antes de los 40 días. Y durante esa cuarentena más te vale que te vean paseando con el bebé a todas horas, porque es bueno que a él le de el aire y tu tienes que andar, que si no lo haces se te va a quedar la barriga para siempre.
Dejemos las barrigas tranquilas, y los muslos, y los pechos…
Dejemos tranquilos a nuestros cuerpos. Las mujeres estamos acostumbradas a estar en el centro de la crítica por nuestro físico. Nos han puesto ahí una y otra vez hasta que nos hemos creído que es normal. Que merecemos las críticas. Que las podemos emitir nosotras mismas.
Pero no es así, no es normal criticar cualquier aspecto de cualquier persona. No deberíamos decir a los demás cual es el estándar de bueno, bonito o saludable. Hemos llegado como sociedad a la conclusión de que un cuerpo delgado es un cuerpo sano. Y no lo es siempre. Un cuerpo gordo no es un cuerpo poco sano. No podemos medir lo sano que es alguien a ojo.
Alguien puede comer sano, hacer ejercicio y ser muy guapa. Y al día siguiente tener cáncer. Ojalá fuera tan fácil y mantenerse sano solo dependiera de comer sano y hacer deporte, pero no es así.
No hago apología de la obesidad. Hago apología de meternos cada uno nuestras opiniones donde nos quepan. Hago apología de dejar de emitir juicios a diestro y siniestro hiriendo a las demás cuando tanto nos duele a nosotras recibir el mismo trato.
¿Que tal si dejamos en paz los cuerpos ajenos?
¿Qué tal si dejamos al nuestro vivir?
Si, lo has adivinado, este post viene a cuento de lo que comentaba Madresfera la semana pasada y la campaña de Instagram.
Mamá Pingu dice
Absolutamente de acuerdo. Como persona que es el doble de lo que era antes del embarazo, solo quiero decir que tengo cosas más importantes que hacer, ahora que soy madre, que ser estéticamente agradable a la vista de los demás. Otra gente tendrá el tiempo y las ganas, y le animo si es lo que quiere, pero no es mi caso.
¿Qué tal si en vez de juzgar tendemos una mano?
¡Un besote!
Lucy Chibimundo dice
Ser estéticamente agradable para los demás jamás debería estar entre nuestras prioridades. Pero es muy triste que se cuele tan a menudo 🙁
Patricia dice
«Como si te hubieras hecho una liposucción en vez de traer un ser humano al mundo.»
Buenísimo! Es que sí, parece que lo único importante es que parezca que aquí no ha pasado nada. Nunca se me olvidará la cara de horror de una persona muy importante para mi cuando me vio a los pocos días de nacer y me dijo:
«¿¿¿¿Pero y esa tripa???? ¿Se te va a quedar así? ¡A ver si se han dejado a otro bebé dentro!»
Mira, ahora lo pienso y me tiraría a la yugular, pero la verdad es que en ese momento sólo pensé: «No tienes ni idea de lo que hablas…» Si la gente pensase un poquito antes de abrir la boca…
Lucy Chibimundo dice
Se junta una falta de empatía importante con unas falsas expectativas que tenemos sobre todo el mundo del embarazo/parto/maternidad. Menos mal que aqui estamos las blogueras para contar más caras de la misma moneda 🙂
martarivasrius dice
Como siempre, fantástica. Cada una es un mundo, cada cuerpo es un mundo y nos debería importar una mi… el de los demás. Ojalá el día en que dejemos de estar en el punto de mira por nuestro físico…!
Lucy Chibimundo dice
Por ese día luchamos, para nuestros peques 🙂
Clara dice
Buf, por donde empiezo??
Que me ha encantado, y no podría estar más de acuerdo contigo.
Yo soy un saco de complejos, y muchos de ellos relacionados con mi barriga desde hace 20 años.
Cogí 12 kilos durante el embarazo, y mi recuperación posterior fue buena. Como siempre he tenido pancheta, pude volver a ponerme mi ropa normal relativamente pronto.
Ahora he recuperado parte de los kilos que perdí y la verdad es que estoy deseando quitármelos de encima, pero por mi, no por nadie.
Ah, y una última cosa: como odiaba en el embarazo la gente que antes de saludarme a mi me echaba mano a la barriga, como si no hubiera un ser humano detrás de ella…
En fin, sigamos trabajando en los complejos porque somos personas estupendas, y con tantas cosas buenas que disfrutar :***
Lucy Chibimundo dice
Los complejos son un reflejo de esas exigencias que sentimos sobre nosotras mismas… que nos van imponiendo (y que nosotras aceptamos). Ojalá podamos influir para ir eliminándolos poco a poco 🙂
Zora Groothuis Arroyo dice
«Ah, y una última cosa: como odiaba en el embarazo la gente que antes de saludarme a mi me echaba mano a la barriga, como si no hubiera un ser humano detrás de ella…»
Ese maravilloso (lease con tono irónico) momento en el que tu barriga (lease cuerpo) pasa a ser de dominio público…
Zora Groothuis Arroyo dice
Cuanta razón Lucy! La falta de empatía en general (con 8 evidentes meses de embarazo, nadie se dignó a levantarse de su silla, o quitar los paraguas de la silla contigua para que yo me sentará en el médico, me tuve que ir casi al otro lado de la planta), pero muy en particular en parte del personal sanitario. Yo con el embarazo no he tenido problemas, pero si he tenido una pediatra super desinformada en temas de lactancia materna, y es algo que cuando estás tan aprensiva, molesta mucho. Ahora, en la calle si… no se te nota, pues no lo parece, seguro que es solo uno?, seguro que estas de tanto? (como si tu no llevarás la cuenta exacta en semanas y días…)… al final aprendes a pasar, pero hay días que esas frases, a veces incluso bien intencionadas, hacen mucho daño.
Lucy Chibimundo dice
Aunque nos digan esas frases sin mala intención, no deberíamos aceptarlas. Al final es una crítica solapara al tamaño de la tripa, a nuestro físico y cuando preguntan ¿segura que…? Al final es como decir ¿no me estás engañando? o ¿de verdad te enteras de tu vida? poniendo en cuestión tu intelecto.
No deberíamos aceptarlas.
Mamá Lanuguita dice
Me ha gustado mucho tu publicación. Realmente deberíamos dejar tranquilo a nuestro cuerpo, nosotras mismas para empezar. Yo viví una infancia y adolescencia muy torturada a causa de los complejos y eso me llevó a los trastornos alimentarios, algo que me hizo sufrir mucho y dejó huellas en mi cuerpo y mente. Tal vez por haber vivido lo peor de la tiranía de la imagen, el embarazo no me supuso un trauma sino una liberación. Por primera vez en mi vida me importaba un comino engordar, tener tripa o echar culo. Antes de quedarme embarazada, a causa del tratamiento hormonal que seguí para conseguirlo, engordé 5kg y 14kg durante el embarazo. A la semana de dar a luz adelgacé diez y en los siguientes meses otros tantos, en total 20kg en un año. Pienso que ha sido una mezcla de «suerte», genética, mucha teta, poco sueño y mucho movimiento. Porque comer he comido más que en toda mi vida. Ahora me encuentro en un punto en el que la flacidez de mis piernas, que ha sido mi punto flaco todos estos años, empieza a darme igual y voy en pantalón corto todo el verano, algo impensable hace muy poco. Pienso que la edad influye y las experiencias ayudan. Debemos trabajar para librarnos del lastre que son los complejos o luchar para mejorar aquello que no conseguimos aceptar. Somos mucho más que un cuerpo que, a fin de cuentas, acabará viejo, arrugado y convertido en polvo 😀
Lucy Chibimundo dice
Pienso que los complejos son la expresión de la presión que recibimos.
En España no hay muchas personas acomplejadas por no tener los pies pequeños, sin embargo en otras culturas es lo deseable y hay muchos complejos al respecto. Tener el pelo rizado es otro complejo que sufren sobretodo mujeres de etnia africana (espero no herir sensibilidades al decir esto). Y es que a cada una nos otorgan un estandar para cumplir. Nadie tiene complejos porque si, sino en relacion a las expectativas, y el problema es que esas expectativas son impuestas desde el exterior.
La sonrisa despeinada dice
Un gran post. Yo sufrí el acoso de manos dirigidas a la barriga e incluso, agárrate, una vieja me pasó un décimo sin conocerme de nada, que iba con mi madre y nos quedamos de piedra, ni reaccioné. No he sufrido por el tema del peso porque no he sido de las de coger mucho peso, pero como bien dices por mi constitución, hormonas, o lo que sea. Sin embargo mi hermana si sufrió de un ginecólogo que la traía por el camino de la amargura y eso que sólo engordó 9 kilos!! pero el tio estaba obsesionado y nosotros preocupados porque pensábamos que al final iba a caer enferma de tanta dieta. En fin, que ojalá no fuésemos simples números y se fijasen en los casos particulares de cada una. Y por supuesto que cada uno se mire su barriga y deje las demás.
Lucy Chibimundo dice
Las embarazadas tienen un estatus extraño entre persona y objeto… Los extraños de repente pueden hablarte y tocarte porque si… pasa un poco como a los niños y yo personalmente no lo entiendo…
Si no te toco la barriga cuando no estás embarazada, ¿por qué lo puedo hacer cuando si lo estás? No tiene sentido…
La Mamarazzi dice
Lo importante es estar sana, con más kilos o menos, tenemos que estar cómodas en nuestra piel, y sobre todo, saludables. A mí me ocurre que me dicen que estoy flaca, que si me pasa algo… mi constitución es así, como lo que necesito y estoy perfectamente…
Lucy Chibimundo dice
Estar sana y tener salud es lo único que te permite seguir disfrutando de todo. Delgada o gorda da igual, peor sin salud no vamos a ninguna parte 🙂
Pilar_MamásFullTime dice
UUufff!!
El deporte nacional, siempre es más fácil ver los defectos propios o los ajenos en los demás, lo de mirarnos al espejo ya tal..
Pero vamos que ante ese deporte, lo mejor es dejarse los oídos en casa, total… ¿para qué? 😉
Lucy Chibimundo dice
Es mejor ignorar estas cosas para que no hagan daño. Pienso que si las ignoramos no las luchamos y si no las luchamos quedarán igual… asi que de vez en cuando lucho y de vez en cuando, me dejo los oidos en casa, jajaja…
Mamá Puñetera dice
Al final se nos juzga, sea por lo que sea… Si engordamos poco, mucho, tenemos poca o mucha barriga. Mi caso es como el tuyo, engordo y no hago nada especial para ello. Mi cuerpo coge reservas, todas las del mundo… Bueno… ¡Y que! Mientras esté saludable, ahora mismo, no me importa si he cogido 12 o 18 kilos. Ya me preocuparé, si tengo que hacerlo, en un futuro…
Lucy Chibimundo dice
¿Y en un apocalipsis zombie quien tendra mas reservas eh?
… asi me siento un poco mejor ajajaja…
Mamá Pingüino dice
Yo tengo muchos complejos con mi barriga. Muchos. También tengo SOP aunque hasta los 20 años fui una niña muy delgada. Luego ya me fui dejando, estudiar y el sedentarismo es lo que tienen. Y me salió barriga, fofa para ser más exactas. Durante los tratamientos de reproducción no engorde nada salvo el último. Fue una FIV y aunque al principio no lo note me hinche mucho. Resultó que me quede embarazada y el primer trimestre en vez de engordar, adelgace! Luego ya empece a subir pero muy poco a poco. Engorde 6 kg y bebé pingüino peso casi 4 kg. Salí del hospital más delgada que nunca! Fíjate tú! Yo pensando que ya lo tenía hecho. Que va, mi barriga ahora sigue ahí y más que antes del embarazo! Es algo que me acompleja porque no puedo ponerme determinadas cosas o porque en ocasiones me siento incomoda. Malditos estereotipos!
Lucy Chibimundo dice
El SOP me maravilla… puedes encontrar chicas absolutamente diferentes, que tienen el mismo síndrome…
Espero que encuentres una manera de sentirte cómoda contigo misma, con o sin barriga. Hay más barrigas fofas que perfectas… pero se ven menos…
Mami Rebelde dice
Touché!
Además, no tiene mérito xq el físico no se elige en cambio el interior si y es lo q importa y en lo q deberíamos fijarnos.
El físico al fin y al cabo cambia y x muchas comparaciones que se hagan, el físico es lo de menos.
Me ha encantado!!
Lucy Chibimundo dice
El físico importa demasiado para lo que realmente «vale».
Annabel dice
Yo este embarazo me he desquitado con el tema, el primero por mi gordura, mi barriga fofa, no me hice fotos ¡me arrepiento tanto! he lucido mi barriga feliz durante nueve meses, y ahora me niego a tener que ser una fitmom de repente, sí, voy a comer sano y hacer ejercicio, voy a hacer cosas por salud, porque me apetecen, feliz con mi cuerpo en el camino.
Lucy Chibimundo dice
La salud es la mejor motivación que existe… un cuerpo 10 no te va a permitir disfrutar de tus hijos más que un cuerpo sano 😀
ruth2m dice
siempre que sea sano, hay delgadeces no naturales, que mas da un cuerpo delgado o gordito? de hecho hay mujeres, para mi gusto, que están más guapas un poco gorditas que no cuando (casi siempre por criticas de la sociedad) deciden ponerse a dieta y se adelgazan demasiado
a mí me da mucha rabia estos comentarios cuando no son bienintencionados, pues algunos son sin malicia y se nota, sobretodo si notas que hace daño a la persona que lo recibe
en mi embarazo yo engordé A SACO 17kg de más, me hicieron comentarios los médicos pero yo me lo pasé un poco por el forro jajjajaja con perdón!! no entiendo porque hay que comer menos si tienes que alimentar a un pequeño ser en tu interior, la naturaleza es sabia y si nos pide más comida …..pa dentro!!
y ahora pues oye, me estoy engordando, pero para jugar con el peque necesito más energia y el cuerpo me pide comida ….pues pa dentro!!
que tengo complejos, pues si, que me duele cuando recibo comentarios (que aunque no soy gordita los recibo igual sip), tambien ….pero si yo tengo hambre es que mi cuerpo lo pide, no voy a permitir que nadie me diga que no coma, solo por salud he hecho 2 veces en la vida dieta y volveria a hacerlo pero solo por salud no por estética ?
(ostras como me he enrollao jajjajjaa hoy vengo filosófica, ademas es un tema por el que siempre me he indignado ….todas las formas son bonitas!!)
ruth2m dice
(bueno cuando decia no soy gordita, me referia no excesivamente ….lo justillo entre gordita y delgadita, no muy delgada tampoco jejjejeje)
Lucy Chibimundo dice
Al final estar a gusto con una misma y buscar ese equilibrio es lo mejor 🙂
Pero los de «fuera» lo ponen muy dificil…
Olivia dice
Hola de nuevo chicas !!! En relación a este tema podría estar escribiendo 3 dias seguidos, totalmente de acuerdo con vosotras, parece que tenemos a nuestros hijos, y ya embarazadas tenemos que estar estupendas, la culpa como siempre la tienen los anuncios y publicistas que nos venden esos cuerpos esculturales y a esas mamás perfectas antes y después de parir. Nos han machacado tanto con este tema, que nos hemos llegado a creer (yo al menos me siento así ) que es lo normal. Tenemos que disfrutar de nuestros bebés plenamente, pero a la vez no dejar de vigilar que nuestro cuerpo vuelva a su forma inicial más pronto que tarde, y escuchar esos comentarios malintencionados de toda aquella que no tiene nada mejor que hacer que opinar sobre nuestra figura,sin pararse a pensar en el daño que pueden hacernos. En fin, espero que la sociedad cambie, pero lo veo muy crudo, mientras tantos intentaremos seguir seguir sobreviviendo a estas presiones, eso sí, sin perder la alegría !!!( ironía por el post sobre la alegría ).
Lucy Chibimundo dice
La maternidad llega con tantas exigencias que esta se convierte en una más y nos la creemos y nos la echamos a la mochila. Pero no deberíamos «sobrevivir» a estas presiones… me gustaría eliminarlas 🙂