Algo que me llama mucho la atención es lo extraño que parece ser que las mamás lloren, a la par que es muy habitual. Las hormonas nos provocan un subidón de sentimientos y aunque lo hagamos en privado las mamás también lloran.
Las mamás cuando eres hijo/a
Como hija no he visto apenas llorar a mi madre. Como hijos normalmente somos protegidos por nuestros padres de los sentimientos y las manifestaciones negativas.
Es algo que hemos «mamado» de generaciones anteriores. La supresión de emociones estaba y está a la orden del día.
Parece que las madres deben ser fuertes y siempre estar al pie del cañón sin sufrir. Son el ancla que nos mantiene con los pies al suelo, el lugar al que volver, las nubes a las que mirar para fijar los sueños… Todo esto sin poder descargar sus emociones.
Yo recuerdo que ver a mi madre llorar hacía saltar una alarma peligrosa.
Las mamás cuando eres mamá.
Ahora que soy madre me doy cuenta de que las mamás si que lloramos, a veces mucho.
Las hormonas pueden jugarnos malas pasadas y hacernos sentir las cosas multiplicadas.
También tener un peque en tus brazos hace que veas las cosas de otra manera. Que aparezcan miedos donde antes no los había o pensamientos que nunca antes se nos habían ocurrido.
A mi me ha pasado llorar porque mi bebe me sonreía, porque lloraba, porque estaba muy guapo durmiendo…
Quizás las mamás juntamos todas nuestras lágrimas en los primeros años y por eso los peques no nos acordamos de mayores de haber visto llorar a nuestras madres (o padres).
Quizás debemos emocionarnos más
Al menos dejar que las emociones fluyan y sacarlas delante de los demás. No solo de nuestros hijos sino delante de las demás personas en general.
Cuando gestionamos nuestras emociones hacia dentro las otras personas no conocen nuestro estado de ánimo. No somos adivinos. No podemos mirar bajo la alfombra de otros para ver qué hay escondido.
Enseñamos con el ejemplo y si queremos que nuestros peques sepan gestionar sus emociones es básico que demostremos como hacemos con las nuestras.
Las mamás tambien lloran.
Y aman, rien, se equivocan, piden perdón, se enfadan por nada o por todo, tienen malos días, son pacientes…
Sobretodo están llenas de amor, con o sin lágrimas de por medio.
El truco de mamá (Pilar) dice
Yo sin embargo soy una madre muy llorona. No lo puedo evitar, quizá soy demasiado sentimental. A veces no me gusta que mi hijo me vea llorar, pero también es importante que él comprenda los sentimientos, sean de alegría o de tristeza
Lucy Chibimundo dice
Yo creo que los sentimientos están demasiado mal vistos, deberiamos expresarlos más y hacerlos parte del día a día!!