Se habla mucho de la resiliencia últimamente como si fuera una herramienta mágica. Hace poco en el podcast de Buenos días Madresfera que suelo escuchar cada mañana salió Vanesa de ¿Y de verdad tienes 3? hablando de este tema, os recomiendo mucho ese episodio.
No voy a hablar de qué es porque en el Vanesa lo explica maravillosamente pero si quería hablar de su relación con la depresión.
¿Qué tiene que ver la resiliencia y la depresión?
La depresión es una enfermedad. Yo creo que ya lo he dejado bastante claro en el blog en los múltiples post que he hecho al respecto. En ese estado necesitas todas las herramientas posibles para salir. Y todas las que tenías están melladas o rotas. Lo que antes funcionaba ahora no. Las habilidades que antes formaban parte de la persona desaparecen.
La depresión muchas veces es vista como una forma de afrontar la vida. En el caso de la depresión exógena, que es una respuesta a situaciones vitales, tiene algo que ver. Pero no es una elección vital. Sin embargo la resiliencia si es una postura, una habilidad, que podemos elegir y entrenar.
Además la resiliencia nos ayudará tanto a salir de la depresión como a no volver a caer, o no caer nunca.
¿La resiliencia no es optimismo?
El optimismo es una parte de la resiliencia. Las personas optimistas suelen ser más resilientes. No es algo que tengas o no sino algo que puedes tener en mayor o menor medida. Y además aunque lo tengas puedes decidir no ser resiliente en alguna situación.
El optimismo es una cualidad de la persona sin embargo la resiliencia es una habilidad. Igual que los peques no saben andar cuando llegan al mundo, pero si tienen esa capacidad y la van desarrollando antes o después con mejor o peor desempeño. Algunos pueden llegar a ser bailarines o patinadores utilizando la habilidad de caminar a su máxima potencia. Otros simplemente podremos pegarnos una carrera decente para no perder el metro.
¿Qué supone ser resilientes?
Para empezar, ser conscientes de que podemos serlo. Y luego decidir que queremos hacer el esfuerzo para serlo.
Porque supone un gran esfuerzo, no lo olvidemos. Hay que hacer una elección tras otra de seguir un camino positivo, conocerse, dejarse ayudar por los demás…
Vanesa habla en el podcast de la red de apoyo. Los amigos, la familia, las personas que dejamos que nos conozcan y que entren en nuestro mundo, son esenciales. Tener confianza en los demás para poder abrirnos y apoyarnos en ellos. Los seres humanos somos seres sociales, por mucho que también disfrutemos de la soledad, ese no es nuestro estado natural.
Conocerse uno mismo no es algo que nos hayan enseñado a hacer, ni siquiera algo que esté bien visto. Vamos a convivir con nosotros mismos toda la vida…
¿Qué menos que darnos la oportunidad de conocernos a fondo?
¿Y si no lo consigo?
Quizás tienes depresión y has llegado a este post buscando una respuesta o una solución. Ojalá bastara con ser resiliente para curarse. Para una persona con depresión es mucho más difícil elegir serlo y poner en marcha esa habilidad. A pesar de que fuera la persona más resiliente del mundo antes de la enfermedad.
No te culpes si no lo consigues.
La culpa no es resiliencia.
Como muchas otras cosas en la vida la enfermedad supone un handicap. Puede que no fuéramos resilientes antes de la depresión y que aprendamos a serlo poco a poco durante ella. Te animo a preguntarle a tu profesional de referencia sobre ello para poder ponerla en práctica si te sientes lo suficientemente fuerte como para hacer el esfuerzo que supone.
La resiliencia no es lo contrario de la compasión.
Sentir compasión por nosotros mismos cuando estamos en un momento de sufrimiento debería ser lo natural. La compasión es el deseo de evitar el sufrimiento a los demás, a nosotros mismos también.
Tienes derecho a llorar, a enfadarte a la pataleta, el berrinche y la queja. Necesitamos válvulas de escape para nuestras emociones y cada uno tiene la que se le da mejor. La resiliencia lo que dice es que no te instaures en ese estado. Que no te abandones a ello.
¿Sabes si eres resiliente?
yyoconestasbarbas dice
¡Muy bien explicado, Lucy! Pero a mi entender, te equivocas al principio en “no hablar de qué es”, porque “ya está ahí” el podcast de Madresfera del otro día. Tu blog y ese podcast son productos diferentes, y puede que tengan públicos diferentes. Si alguien llega a tu blog mediante búsqueda orgánica buscando información sobre resiliencia, sería muy de agradecer algo más completo y sin tener que recurrir luego a otras fuentes. (Que sí, que una cosa puede complementar a la otra, pero un lector de blogs no tiene por qué ser escuchante de podcast…)
Yo editaría de nuevo y contaría brevemente de inicio también, qué es. Y así te quedará un post más redondo.
¡Muack!
Lucy Chibimundo dice
Ay a veces alguien lo hace tan bien que siento que es mejor directamente linkar al que sabe, pero igual edito el post, gracias!
Mami Rebelde dice
Discrepo sobre q la resiliencia ayuda a salir y a no caer nunca en la depresión puesto que es una enfermedad y como tal no se elige tenerla así que no tiene q ver para no volver a recaer nunca. Se trata de falta de química. Que ayuda, x supuesto, pero a alguien con depresión le ayuda la medicación y la terapia, aparte de la voluntad de uno.
Lucy Chibimundo dice
Los estilos de afrontamiento inciden en la probabilidad de padecer y recaer en la depresión, la resiliencia forma parte de las cosas que «protegen» frente a la depresión. Por supuesto hay distintos tipos de depresión y de personas. En la depresión endógena me temo que es como dices, el desequilibrio en los neurotransmisores hace la mayor parte y no lo podemos evitar más que con medicación y terapia (dentro de la cual puede estar la resiliencia) en cuanto a la exógena creo que si tiene mucho más que hacer.
La depresión es una enfermedad, pero como otras enfermedades podemos hacer cosas para protegernos de ella… en algunos casos es comer sano y hacer deporte, en este caso tener herramientas como la resiliencia 🙂