Mis primeras lágrimas de mamá.
Las recuerdo perfectamente. Después de la cesárea, cuando ya estábamos los tres juntos y se había ido todo el personal médico. Natsu se sentó en el sofá que había al lado de la cama. Llevaba muchas horas sin dormir el pobre. Yo tenía a Loki sobre mi pecho y buscaba el pezón, lo agarraba y mamaba.
Lo miraba y pensaba, ahí está. Está fuera. Está bien. Es de verdad. Está mamando. De mi. Soy mamá.
Y lloré, muy silenciosamente, mientras le miraba. Intentando que sintiera de alguna forma el amor que me estaba explotando dentro.
Lágrimas de felicidad y miedo.
Porque todo había salido bien, porque estábamos juntos. Porque Loki estaba sano junto a mi.
Y a la vez porque lo veía tan pequeño, tan frágil. Tan necesitado de cuidados, de otros.
Tengo este momento grabado con el móvil, quería tener guardada para siempre esa primera toma de Loki, y se escuchan mis sollozos de fondo. Cada vez que lo veo vuelvo a llorar, todos esos sentimientos vienen a mi de nuevo, como una ola imparable, un tsunami.
Lágrimas de conexión.
Cuando una mamá me cuenta los pródromos de su parto vuelvo a estar en ese momento. Sé que cada parto es distinto pero siento que al tener esa vivencia, puedo conectar con esas mamás a otro nivel.
Si me hablan de un recién nacido, mi corazón está con el de esa mamá. Disfrutando de conocer a esta personita que acaba de entrar en su vida. Cansada después de haber agotado energías entre embarazo y parto. Y eufórica por llegar al final y al principio, a la vez.
Lágrimas, agua y río.
Quizás me pongo muy «mística» pero lo siento de esta manera. Estas nuevas lágrimas de mamá me salen no solo con mi bebé, con cualquier niño, con cualquier mamá, de cualquier lugar.
Y entonces siento esa terrible conexión con alguien que no conozco, con una situación tan distinta de la mía que casi me es imposible empatizar. Pero ahí está.
Y entonces pienso en el agua que forman nuestras lágrimas de mamá, ese agua que fluye como un río. El agua está presente en todo el mundo, en todas las personas. Ese agua que nos rodea durante meses en el interior de nuestras mamás. Y quiero pensar que ahí está esa conexión.
Lloro mucho más, todo me llega dentro más rápido, sufro más, amo más.
Ahora que soy mamá.
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Mi vida en un suspiro dice
Yo la primera vez que vi a Paula no llore. Fue horas después por una niña que teníamos al lado que no paraba de llorar y yo no podía calmarla. Fueron lágrimas de impotencia, no era mi hija, pero me dolía que lo pasará mal. En fin, ser madre me ha dado otra perspectiva de lo que ocurre a mi alrededor.
Besos
Lucy Chibimundo dice
Cada una reaccionamos de formas distintas, para mi fue tal alivio ver que estábamos todos bien que me brotaron.
Ana Guillén dice
yo no se pero desde q tengo hijos soy una llorona y una sensiblera XD
Lucy Chibimundo dice
Me veo obligada a levantar la mano y unirme a tu club.
MashaB dice
jeje te entiendo, lo mismo platique con mi mamá la vez pasada, ahora soy mucha más atenta a mi entorno y mucho más sensible. Y dicen que en cuanto crecen , es peor jajaja
Saludos
Lucy Chibimundo dice
Ufff no me digas eso que no puedo ser madre de más!
Mami Rebelde dice
Yo tmb lloro más aunque he de decir q mi primera vez no fue al ver a mi hija, xq estaba en shock al nacer sin respirar. Tarde bastante en sacar la carga emocional que tenía. Pero ahora la miro y me dan ganas de llorar de lo que la quiero.
Y yo antes no era casi de llorar… 😉
Lucy Chibimundo dice
Quienes me conocen saben que no soy llorona, me cuesta mucho.
Mi hermana siempre me decía que yo no sabía llorar, porque soy de esas que lagrimean en silencio. Sin molestar.
Ay las lágrimas cuánto bien nos hacen y qué mal vistas están.
Miriam Lepe dice
Es todo mas intenso, sin duda, y la empatia y la sensibilidad aumentan considetablemente, y mas cuando el parto no acaba como esperabas
Lucy Chibimundo dice
Cada «revés» te enseña algo que no esperabas, que no sabías que podía ser así… y te da empatía.
Maria jose Planelles dice
A mi también me ocurre lo mismo. Siempre he sido muy sensiblona y lloro con facilidad, pero desde que soy madre las emociones están todavía más a flor de piel. Se me saltan las lagrimitas a todas horas y por cualquier cosa. 🙂
Lucy Chibimundo dice
Siento admiración por las personas sensibles que son capaces de sacar así sus sentimientos <3
Annabel dice
Yo desde que soy madres estoy también mucho más sensible… y con el embarazo ni te cuento!!! Ahora empatizo muchísimo más con las cosas de las criaturas, ya sea en directo o hasta en películas o series, menudos hartones a llorar me he dado por tonterías!
Lucy Chibimundo dice
Es que tu tienes un doble pack: maternidad + embarazo!!
Cuestion de madres dice
Yo también lloro más desde que soy madre. Todo lo que vea relacionado con hijos me emociona. A veces de alegría y otras de tristeza pero el 90% de las veces termino llorando.
Lucy Chibimundo dice
Empatizar con otros es lo que tiene jeje
Cristi Reyes dice
Ahorita que soy mamá entiendo ese dolor cuando una mami pierde un hijo, o cuando están enfermos las compréndo lloro a la vez por qué me pongo en su lugar, en cualquier lugar si veo un bebé recién nacido o niño de cualquier edad y me da ternura, por qué me recuerda a mi pequeño.
Desde que soy mamá me volví más comprensiva y soy más sencible lloro demasiado ser mamá te cambia la vida.
Lucy Chibimundo dice
Suscribo tus palabras <3