Convivir con personas con TLP puede ser difícil a la hora de gestionar mejor la relación. Para los demás puede resultar algo agotador por lo demandante de la situación. El TLP no solamente afecta a quien lo padece, sino también al entorno directo.
Las personas con TLP tendemos a experimentar emociones con mayor intensidad que los demás, solemos tener hipersensibilidad ante situaciones de rechazo y/o abandono, podemos ser impulsivos, irritables y con frecuencia nuestras relaciones son conflictivas. Muchas veces no nos comportamos de forma estructurada porque por dentro tampoco nos sentimos así y también tenemos conductas autolesivas e ideación suicida.
Todo esto hace que evidentemente sea complicado gestionar una relación con alguien como nosotros. Somos conscientes de ello. Muchas veces sabemos que «somos difíciles de querer» y por eso asumimos por adelantado un rechazo o abandono que no tiene por qué suceder. Es el miedo sumado a las malas experiencias vividas en el pasado.
Por eso es importante que tengas en cuenta:
A la hora de gestionar mejor tu relación con alguien que vive con TLP puedes:
- Recordar que esa persona padece un Trastorno de Personalidad por lo que muchas conductas son debidas a su alta reactividad emocional y dificultad para controlar sus impulsos.
- Intentar comprendernos y no juzgarnos.
- Evitar llamarnos exagerados, nuestra interpretación de la situación y respuesta emocional también son así de intensas.
- Buscar los detonantes, para poder abordarlos directamente.
- Validar nuestros sentimientos.
- No invalidar ni desestimar sentimientos o emociones.
- Evitar la confrontación directa, pedir de manera directa que bajemos el tono, señalar que en esas condiciones no puedes hablar, y dirigir la atención a que la conversación se retome cuando hayan bajado los ánimos.
- Evitar escandalizarse por las emociones intensas que podamos tener o las expresiones marcadas de emotividad, ideas catastróficas y amenazas.
- Aprender a reconocer, con la ayuda de un especialista, las pautas de alarma y de riesgo.
- Aprender a tolerar conversaciones sobre emociones negativas y hasta ideaciones suicidas esporádicas, sin necesidad de alarmarte.
Dentro del entorno familiar:
- Mantener la estructura del hogar y las reglas claras. No ceder a cosas que no quieres por temor a la reacción de la persona con TLP.
Si para el entorno el TLP resulta un trastorno demandante, complicado y agotador puedes imaginar lo que es vivir con ello 24 horas al día sabiendo que no te puedes separar de él en ningún momento por más que quieras. Por eso desde aquí pido comprensión ara las personas como yo.
Si tienes problemas siempre puedes trabajarlo en terapia, aprender a entender y gestionar mejor la relación para lograr mejoras.
No dudes en buscar ayuda.
La foto de la cabecera es de Odonata Wellnesscenter y la descargué en Pexels
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