He hablado alguna vez sobre gaslighting o como se dice en español hacer luz de gas cuando escribí sobre abuso verbal silencioso o de los comportamientos tóxicos que pueden tener progenitores con TLP. No es algo que hagan solo personas con algún tipo de trastorno, cualquiera puede utilizar esta estrategia para abusar de otras personas. De hecho estoy segura de que muchas personas lo hacen de forma inconsciente, simplemente detectando patrones de comportamiento.
Hoy quiero usar algunos conceptos sobre el gaslighting para explicar cómo me siento yo, cómo nos podemos llegar a sentir las personas diagnosticadas con un trastorno mental, respecto a la sociedad. Creo que es interesante visibilizar que todos podemos ser víctimas de la luz de gas pero también hacerlo a otros sin intención explícita de hacer daño.
Cuanto más sepamos sobre este tipo de estrategias de abuso mejor responderemos ante ellas porque sabremos detectarlas y evitar así parte del daño que nos pueden hacer. También podremos decirle a otros lo que están haciendo y tal vez ayudar a que no lo hagan más. No todas las personas que cometen abusos están dispuestas a dejar de hacerlo.
¿Qué es eso del gaslighting?
Se trata de una forma de abuso verbal “silencioso” mediante la manipulación de conversaciones y situaciones se hace dudar a otra persona de sus percepciones. Se le llama gaslighting por una obra de teatro (de la que hay película) en la que dentro de la pareja el marido intenta hacer creer a su mujer que se está volviendo loca. Una de sus estrategias es cambiar la intensidad de las luces y cuando la mujer comenta el hecho él le hace creer que nada ha cambiado. No es cierto, él ha modificado la luz, pero ella no lo sabe y comienza a dudar de sus percepciones y la realidad. Cree a la otra persona y confía en su criterio por encima del propio.
Si has visto la película de Enredados te recomiendo el vídeo de en el que desglosan varios comportamientos que Gothel tiene con Rapuncel y la forma en que la manipula para que no salga de la torre al mundo exterior primero o para que vuelva más tarde.
¿Qué tiene que ver el gaslighting con el TLP?
Voy a ejemplificar 4 cosas que suelen usar las personas que hacen luz de gas a sus víctimas y que me han dicho a mí en varias ocasiones en relación a mi trastorno límite de la personalidad.
Sé que es algo complicado. Este tipo de abuso consiste en hacer pensar a la otra persona que se ha vuelto loca. Como yo tengo un trastorno diagnosticado, podríamos decir que la persona que me lo dice y yo ya sabemos que «estoy loca», no me está haciendo creer nada. Aún así quiero plantear mi punto de vista:
1. «Estás exagerando» o «eres demasiado sensible».
Esto es algo que se utiliza para deslegitimar las emociones de la otra persona o sus límites. Dices que están distorsionadas o son exageradas. En cualquier situación es irrelevante si la reacción emocional es exagerada o no. Una respuesta adecuada ante esto sería escuchar y validar las emociones de la otra persona.
Esto último que he dicho lo tenemos bastante claro sobre todo cuando la otra persona es un peque, porque vemos que tiene una pobre gestión emocional, no sabe identificar qué está sintiendo y a veces puede verse desbordado por ello.
Bien, pues parece que los adultos no podemos tener pobre gestión emocional. Y los adultos que tenemos diagnosticado este desbordamiento emocional como sintomatología o criterio diagnóstico en realidad no estamos viviendo el trastorno sino exagerando.
En el TLP se culpa mucho al paciente de las conductas inadaptadas o tóxicas. Yo creo que está en mi mano gestionar mejor mis emociones y lidiar con ellas de la forma más sana posible. Por eso voy a terapia para aprender a hacerlo mejor. Esa es la piedra en mi tejado.
Pero también me gustaría que no me llamaran exagerada cuando tengo un desborde emocional. Estoy sintiendo las cosas de verdad, mi dolor es real y lo estoy sintiendo. Me encantaría que me validaran y no me hicieran sentir que estoy loca, que mis emociones no son reales o no debería sentir.
2. «Las cosas no fueron así» o «te lo estás inventando».
Quien manipula suele negar eventos que han ocurrido para conseguir control sobre la otra persona. En el caso de la obra de teatro el marido cambia la intensidad de las luces y cuando la mujer lo comenta él lo niega.
De esta forma la realidad deja de serlo tanto, empieza a tener matices difusos y la víctima empieza a dudar de sus propias percepciones. Es una forma de control que ejerce la persona que hace gaslighting.
Las personas con TLP somos muy sensibles a gestos faciales o cambios en el tono de voz, es una forma de reconocer si estamos agradando o no a esa persona y poder prever que nos abandonen. Por eso por ejemplo puedo decir que has puesto «mala cara» o me has hablado «con tono enfadado» y quizás tú me dirás que eso no es verdad. Supongo que es cuestión de perspectiva o de interpretar la realidad de una manera u otra.
La cosa es que alguien que vive con TLP es muy sensible a estos detalles y si la otra persona sabe esto… en vez de negar nuestra realidad o percepción es más fácil centrarse en cuál es el objetivo de lo que se está discutiendo. ¿Es importante si la «cara rara» ocurrió? ¿Necesitamos tener la razón?
Quizás es más fácil dar un paso atrás y decir: ¿Qué gesto te molestó? ¿Cómo interpretaste ese gesto?
He dicho que es muy probable que ese gesto o tono de voz diferente sea real. Diré también que es muy probable que los pensamientos de la persona con TLP y las interpretaciones de ese gesto o tono serán el origen de la discusión y no el acto en sí. Por eso es importante para los seres queridos conocer el trastorno. No discuto porque has alzado una ceja, lo hago porque pienso que significa algo o porque siento que ese gesto te aleja de mí.
Creo que saber esto ayuda a no entrar a cuestionar mi realidad y hacerme sentir insegura, porque ya tengo suficiente inseguridad respecto al mundo y mis relaciones.
3. «Tienes que aprender a comunicarte mejor» o «cuida tus palabras».
Quien abusa utiliza esta frase o similares para situar la culpa de la discusión en la víctima, provocando que se cuestione su forma de hablar. Además es una forma de redirigir la conversación lejos del foco y ponerlo en las palabras que se han utilizado por encima de lo que se ha dicho realmente o el tema que se está tratando.
Como persona con TLP mido mucho las palabras que utilizo. Porque sé que puedo molestar o herir a la persona con la que hablo y me da miedo que me rechace o me abandone por algo que he dicho. A la par tengo el piloto automático de revisar expresiones faciales y tono de voz activado de forma constante para percibir cómo afecta lo que digo a la otra persona.
Si la otra persona me culpabiliza por las palabras que estoy usando pierdo el foco de la conversación. Me centro en qué he dicho concretamente para hacer daño y me desespero por compensar esa posible afrenta. Esto provoca que me anule por completo en la conversación y pierda de forma automática.
Además me provoca terror volver a cagarla por lo que lo más probable es que mida mucho más las palabras a partir de ese momento. Es posible que deje de hablar casi por completo. De verdad que esto me anula muchísimo como persona y hace que la relación quede muy desnivelada… dentro del gaslighting es de lo peor que puedes hacer a una persona como yo.
4. «No toleras una broma» o «sólo era un chiste».
Quien manipula suele decir algo malo, negativo o desagradable y luego disfrazarlo de broma para que parezca que la otra persona esta exagerando al reaccionar. En realidad lanza la piedra para que el otro reaccione y cuando obtiene esa reacción que esperaba recula y se escuda en la broma o el chiste.
Esto unifica varias de las posibles situaciones anteriores, me hace cuestionarme:
- Mis emociones: si es una broma no debería tener esta emoción.
- Mis sentimientos: si se trata de un chiste tengo que reírme y no sentirme triste o violentada.
- Mi realidad: lo he vivido como afirmación pero era una broma, quizás no estoy entendiendo lo que pasa.
- Mi lenguaje: yo no hago bromas así o me da miedo expresarme de esa manera.
Hacer gaslighting es abuso.
No estoy descubriendo nada nuevo. Las diferentes formas de abuso que existen para hacer daño de forma solapada de forma que ni la víctima ni quienes observan sean conscientes de lo que está ocurriendo es terrible.
En muchos casos ni siquiera quien abusa sabe lo que está haciendo y como sociedad tenemos tantas frases y patrones de comportamiento abusivo normalizadas que lo repetimos y acabamos haciendo daño a los demás.
En el caso de las personas que tenemos TLP (y sé que a otras personas neurodivergentes también les ocurre) que nos cuestionen a nosotros mismos, nuestra realidad o nuestras interpretaciones socava la poca confianza que logramos construir y no nos ha quitado el trastorno. Así que si tratas con personas con algún tipo de problema de salud mental ten cuidado a la hora de utilizar estas afirmaciones porque puedes estar haciendo mucho más daño del que crees.
La foto del banner es de Marc-Olivier Jodoin libre de uso en Unsplash
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