Sé que en uno de mis últimos posts: “62 razones por las que las madres no hablamos de la depresión postparto” os invitaba a no callar. De hecho os decía que hablar sobre la depresión y la salud mental es importante.
Y no reculo. Sigo pensando lo mismo. Es de vital importancia hablar de estos temas por mucho que incomoden o sean tabú. Cuanto más hablemos y más alto lo hagamos más allá llegaremos. Más personas nos escucharán. Más personas podrán verse reflejadas en nuestras palabras.
Y cuantas más, también menos.
Menos personas se sentirán solas y desamparadas. Menos personas pensarán que son raras y que no tienen apoyo.
No tienes que hacer de ello tu causa
Pasar por un mal momento. Tener depresión o ansiedad no significa que automáticamente tengas que convertirte en portavoz de la salud mental.
Cada persona vivimos estas situaciones de forma diferente. A mi me dio por hablar de ello amparada en el anonimato que me otorgaba internet. Armada tras un pseudónimo. Sin mostrar apenas mi imagen.
Luego he ido cogiendo aplomo y me he aventurado a mostrarme algo más. He hecho directos en y hay videos en los stories destacados de momentos míos nada buenos.
La verdad es que prefiero no pensar mucho en que esos momentos están ahí, en los episodios de podcast en los que se me puede escuchar con la voz rota y llorando. Me da bastante vergüenza y prefiero hacer como que no existen.
Pero callar me hacía mal. Porque buscaba a alguien que hablara de lo que yo necesitaba y no lo encontraba. Así que lo creé para quien viniera detrás. Fue una decisión completamente personal. Y en parte bastante egoísta porque hablar a mi me hacía bien.
Momento de callar
A veces cuesta poner las cosas en palabras.
Por un lado porque transformar sentimientos y emociones en conceptos es algo muy complicado. Por otro lado las palabras tienen mucho poder y al hablar de las cosas las convertimos en realidad.
Darle realidad a la depresión, la ansiedad o el trastorno límite de la personalidad da muchísimo miedo. Porque no es solo la palabra que utilizas para referirte a algo, es todas las que van asociadas.
Peligroso, crónico, medicación, locura, psiquiatra, incapacidad…
Hay tantas cosas que se te pueden venir a la cabeza uniendo conceptos… y en salud mental la mayoría son negativos, tenemos muchos prejuicios (yo la primera).
No te sientas mal por callar
Lleva tu situación como sea más cómodo para ti.
A veces te nace hablar y otras no. A veces tienes que vomitar lo que llevas dentro pero otras solo quieres encerrarlo en un armario y tirar la llave.
Yo misma no hablo de todo lo que me pasa o todo lo que pienso. De hecho no suelo hacerlo en el momento que ocurre sino bastante después, cuando estoy preparada.
Así que por mucho que yo (o gente como yo) anime a que te abras y dejes salir todo lo que tienes dentro. Por mucho que digamos que no hay que guardar silencio. Haz lo que te dé la gana, cuando te dé la gana.
Yo solo sé de lo que hablo desde mi experiencia personal. Y en conjunto me ha salido bien esta “salida del armario“. La familia sigue ahí, los amigos más importantes siguen ahí, mi pareja y mi hijo siguen ahí. No he sufrido grandes pérdidas.
Es fácil hablar de algo cuando la jugada te ha salido bien. Pero soy tremendamente consciente de que no todo el mundo reacciona bien a estas cosas y que he tenido una suerte inmensa.
Así que no me hagas caso. No tengo siempre razón. No soy nadie a quien hacer caso ni seguir. Solo soy un espejo en el que puedes mirarte y encontrar de vez en cuando cosas similares.
En voz alta o voz baja, aquí estoy.
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