¿Sabes quienes son los normales esos raritos? Esa gente que se cree que hay un grupo de gente que sigue las normas establecidas socialmente (las que ellos creen que son las buenas, claro) y tienen habilidades y capacidades dentro de la media.
A raíz del podcast de Buenos días madresfera con Vanesa de ¿Y de verdad tienes tres? me he decidido a escribir este post. Si no lo has escuchado, ya estás tardando porque es para darle un premio por lo menos.
Lo normal es lo estándar.
Cuando usamos la palabra normal en realidad lo que queremos decir es lo más habitual, lo estándar, lo que está en la media o lo que suele ocurrir. Nos referimos a algo estadístico. Pero además lo que valoramos como normal está basado en nuestra vivencia así que solo tenemos como marco de referencia lo que hemos vivido. Una parte muy pequeña de lo que es el mundo real.
¿De verdad podemos juzgar a las demás personas solo por lo que hemos vivido?
Es muy creído considerar nuestra experiencia como la más válida y la más amplia de todas. Cada año que vivimos incorporamos nuevos conocimientos porque aprendemos cosas nuevas. Conocer gente y viajar nos enriquece precisamente porque conocemos vidas distintas a la nuestra.
La normalidad no está bien valorada.
En realidad nadie quiere ser normal. Todos queremos ser super-algo. Todos queremos ser los primeros en algo, especiales, los mejores. Tener una habilidad que nos haga destacar, sobresalir de la media.
Y es normal porque a todos nos gusta sentirnos queridos y valorados.
Por eso precisamente, valorar la normalidad por encima de otras cosas es una tontería. Nadie está absolutamente en la media de todo. Siempre destacamos por alguna cosa: un rasgo, una habilidad, algo que nos ha tocado vivir…
Los normales, esos raritos.
Todos somos normales y raritos según se mire. Si nos vamos a otro país probablemente seamos los raritos porque tendremos un aspecto, lengua y costumbres diferentes al resto de los demás. Pero ser diferentes no nos hace mejores ni peores, solo distintos.
Como dice Vanesa, las diferencias suman.
Que vivan los raritos. Yo considero que habré muerto (espiritual y emotivamente hablando) el día que deje de aprender de la gente diferente a mi. El día que quiera ser la media de la estadística y flotar moribunda en la «normalidad «…
+1000 ¡toda la razón!
Recuerdo que hace un tiempo busqué con una amiga la definición de normal en la RAE. Y llegamos a la conclusión de que cada uno es normal según sus propios criterios.
Cada uno tenemos nuestro encanto, eso ya nos hace súper «algo». Cada uno somos súper yo!!!
Jajaja me gusta eso de ser un super yo xD