Dieta. Me voy a poner a dieta. Debería ponerme a dieta. En año nuevo me pongo a dieta. Después de Reyes me pongo a dieta…
Resuena por todas partes, no la podemos evitar es como una enfermedad.
La dieta de Enero.
Todo el mundo conoce la cuesta de Enero, sale hasta en el telediario pero de la dieta de Enero no se habla tanto. Bueno eso es mentira. Se habla muchísimo más. Y lo tenemos tan normalizado como la «operación bikini» y «los kilitos de más».
La idea general es que en Navidad hay muchas comidas familiares o eventos con otras personas en los que se come. Además hay dulces especiales y se hace comida «de más». Por lo tanto lo normal en estas fechas es engordar. En cualquier otro momento del año no se ve con buenos ojos pero en Navidad es como que hay carta blanca.
PERO
Tienes que ponerte a dieta luego para eliminar los excesos y pecados que has cometido.
Propósito estrella de año nuevo.
Y de primavera, y después del verano, antes de una boda…
Cualquier momento es bueno para ponerse a dieta. Raro es que anuncies que estás a dieta y no haya alguien que conteste que él o ella también.
Vamos que vivimos todo el día con la maldita palabra si no en la mente, en la boca y comentándolo con todo aquél que quiere escuchar. Y además comparamos progresos, alimentos que seleccionamos o desechamos, los fallos que cometemos… También aquello que no nos gusta de nuestros cuerpos y nuestros complejos.
Aquí, allí, en todas partes…
Todo esto casi a voz en grito, porque está donde quiera que mires o pongas la oreja. Las series y las películas como reflejo que son (en parte) de la sociedad en la que vivimos. Los anuncios en cualquier soporte audiovisual. Los miles de popups en internet. Los emails de spam…
¿Y cuál es el problema?
No voy a hablar de la presión a la que nos vemos sometidas, sobretodo las mujeres, debido a este bombardeo de ideas adelgazantes.
Quiero que penséis en otras personas, esas que parece que no se enteran. Que están en medio de todo este meollo pero no hablan de ello. No se ponen a dieta. Ni quieren adelgazar. O al menos, espero que eso no esté en sus cabecitas a cierta altura.
Si, hablo de los peques.
¿Cómo ven ellos todo esto?
Por un lado, su normalización de todo, cuanto más presente lo tienen, menos lo ven y más estándar les parece. Y si no «va con ellos» que por suerte suele ser en la mayoría de los casos. Simplemente filtrarán la idea y se irán a otra cosa que les interese más.
Por otro lado son inocentes y no ven todo lo negativo que contienen estas palabras y estas situaciones. Quizás hasta lo ven como un juego de mayores. Igual de aburrido que les puede parecer el telediario, hablar de dietas.
Pero… ¿y si no?
¿Somos conscientes de lo que hacemos cuando hablamos de esto con ellos presentes?
¿De cómo utilizamos las palabras?
¿De lo que nos decimos a nosotros/as mismos/as?
La verdad es que es un tema que nunca me he parado a pensar de qué influencia puede tener en los peques si están presentes en la conversación. Tampoco es que es un tema que tratemos mucho.
Me alegro que no sea un tema que aparezca mucho 🙂
a mí es un tema que me da mucho miedo, así que procuro no hablar en voz alta de muchas de las cosas que, sin querer, a veces pienso. Se enteran de mas de lo que pensamos y todo influye…
Nosotras hemos nacido en esta vorágine y somos producto de este entorno y de nosotras mismas…
Yo creo que es necesario reflexionar sobre ello, para no hacer daño en voz alta, ni en voz baja <3
Yo vivo en una dieta permanente. Bueno, en un cambio de hábitos para cuidar mi salud y bajar peso, que yo sí que estoy gorda, y me gusta mucho pecar de lo que no debo. Pero odio esa cantinela de todas las temporadas de… pasan estos días y me pongo a dieta. ¡¡coño!! que no te hace falta y las niñas de alrededor te escuchan y se sienten influenciadas!!! porque claro, a pocos hombres se les oye decir que están a dieta salvo que realmente lo necesiten
Claro, sobretodo pasa con las niñas, y da miedo poder influenciar tanto a estas pequeñas… yo me he pasado más de media vida a dieta y odiando mi cuerpo, no quiero eso para mi hijo ni para nadie.
buenas guapísima
en enero los gym se forran con toda la gente que se apunta, y en febrero cae.
Lo de las dietas igual.
Empiezan con mucha energía a tope y ganas y luego son pocos los que siguen
Yo nunca he hecho dieta por que si, solo por competición.
Y mi hijo mayor a veces me ha dicho en un día o dos este año que se tiene que hacer dieta porque ha engordado en navidad…pero vamos lo que oye en la calle.
saludos
Fijate si es que de oírlo en cualquier sitio lo repiten, son muy espejos, sobretodo cuanto más pequeños…
Si es verdad, a menudo se escucha eso de ponerme a dieta, dieta y dieta cuando acaban las fiestas de navidad, en mi caso cambiaría el concepto en: buscar un estilo de vida y de comida más saludable , saber comer, y cuidarse más, porque a cuanta más edad el metabolismo se vuelve lento y no quemamos calorías como antes. Este si es mi propósito, el cambiar de hábitos
y eso espero estar transmitiendo a mis hijos, pues siento que lo necesito por salud y porque quiero ahora cosas que me aportan bienestar. Un abrazo.
Creo que es un muy buen enfoque y espero que lo consigas 🙂
Sabes que no soy de dietas, si no de comer equilibrado siempre. Pero la reflexión sobre que decimos frente a los peques es muy buena. Creemos que no escuchan o no entienden lo que se dice pero habría que pensarlo dos veces antes de hacerlo.
Lo que decimos y como respondemos a los estímulos. Avergonzarse por el cuerpo o no aceptar un cumplido relativo al físico, por ejemplo…
Hice un post en su día acerca de como nuestros comentarios acerca de nuestros cuerpos podía influir a nuestros peques. Lo importante que es poner una censura a que nos oigan hablar despectivamente de nuestro físico a la hora de potenciar su propia autoestima. No somos muy conscientes de que el poso va quedando…
Buscare ese post que me interesa mogollón!!!
Enero… El mes de las dietas, los propósitos, etc, etc…. Lo malo es que la gente a veces se toma lo de la dieta de tal manera que las hace mal…
No hablo de hacer o no dieta, ni de hacerla «bien» si no de como influye 🙂
Es un peligro que crezcan con la idea de los estándares de belleza y las presiones sociales y estereotipos sobre el cuerpo. Como con casi todo, hay que tener mis ojos y mucho sentido común…
Hay cosas que no podemos evitar, todo lo que nos echa la sociedad… pero somos sus mayores referentes…
Uy, «dieta» es una palabra que no entra en mi diccionario jajaja. La verdad, jamás he llevado una, y creo que no sería capaz, me gusta demasiado comer lo que se me antoje 😉
Ánimo !
Jajaja, en vez de dieta, alimentación saludable, eso es lo que tenemos que perseguir creo yo…
Me ha encantado tu reflexión y tienes toda la razón normalizamos todo este tema y esto a la larga puede ser muy negativo para ellos y derivar en problemas de autoestima incluso en trastornos alimenticios.
A partir de ahora me cuidaré más de hacer comentarios en este sentido ?
Y tanto que se filtra a los peques!! Y ellas ven que no estamos felices con nuestro cuerpo, que dependemos de la aprobación de los demás, los excesos de alabanzas cuando hemos perdido peso… uff, son tantas cosas implicadas en esto 🙁
Muchas y no sabemos hasta donde podemos hacer daño con ello… aunque tampoco hay que agobiarse :*