La cesárea era el mejor final para mí al principio del embarazo. Me daba tanto miedo el parto… no saber qué iba a ocurrir, ni cuando… Cómo iban a ser las contracciones, cuánto podría doler, si lo podría soportar, si me rajarían ahí abajo…
Una cesárea es lo mejor que te puede pasar.
Eso es lo que pensaba cuando me quedé embarazada y creo que muchas mamás que han tenido un parto vaginal también lo piensan.
Entendedme, no es lo peor que te puede pasar, ni mucho menos. Pero tampoco lo mejor. Sobretodo cuando es una cesárea de urgencia, que no te esperas y no has tenido tiempo para digerir la idea. Solo tienes en mente el peligro inminente en el que está tu bebé y que por eso hay que sacarlo ya y no se puede esperar a que la naturaleza siga su curso.
La cesárea: el parto invalidante.
Las mamás que me rodeaban, no habían tenido esta experiencia de parto… incluso llegué a sentir mi cesárea como un no parto. Un parto que no encajaba con las experiencias de nadie más. Lo que otras mamás me contaban no tenía que ver con lo que yo había vivido.
Si había contracciones, paritorio, matrona, bebé… pero era distinto.
El momento en el que Loki salió yo no estaba «activa». Era una paciente, me estaban operando. Yo solo estaba tendida en la camilla, temblando por las medicinas. Viendo como trabajaba todo el mundo y esperando que me dieran a Loki.
Ni siquiera empujé una sola vez.
Llegué al hospital informada, con mis lecturas y mi plan de parto de 4 páginas… me sentía una mujer poderosa, armada con la fuerza de la naturaleza, convencida de que mi cuerpo me diría cómo parir… Y de repente me vi sola en un quirófano rodeada de extraños.
Tras la cesárea tenía una raja enorme en una barriga vacía y un montón de sentimientos y emociones con los que no sabía que hacer. Yo me imagino que a todas las parturientas nos pasa, con ese cóctel hormonal que tenemos en el postparto… ¿lo sabré hacer bien? ¿podré cuidarlo? ¿se enganchará a la teta?…
En mi caso todas estas dudas iban unidas al sentimiento de inutilidad… si ni siquiera lo he podido parir, no llegué a empujar, lo sacaron otros… si eso que se suponía estaba en mi naturaleza, no he sido capaz de hacerlo… ¿como voy a ser mamá?
La cesárea: cicatriz silenciosa.
Con cada visita me di cuenta de una forma tan extraña como efectiva de «silenciar». Interrumpirme mientras contaba lo que había vivido horas antes y zanjar el tema con un:
«Lo importante es que los dos estáis bien» (la mamá y el bebé).
No sé si esto les pasa también a las mamás que han tenido un parto vaginal complicado. Quizás es que la otra persona se siente incómoda… No sé si es porque somos mujeres… pero se interrumpe para zanjar la conversación.
Recuerdo que me lo dijeron prácticamente todas las visitas, porque me sentí muy sorprendida, parecía que se hubieran puesto de acuerdo. Sé que había buena intención, se alegraban de que todo hubiera ido bien. Pero me hacían sentir mal.
Quería contar lo que me había ocurrido, quería sacarlo de dentro, conseguir comprensión, encontrar a alguien que entendiera mis emociones, que me pudiera ayudar a colocarlas. Y me acabé sintiendo silenciada.
No queremos saber esas cosas, con que esteis bien nos vale, guárdalo para ti.
Eso era lo que yo oía en vez de la otra frase.
Una cesárea respetada.
Pese a todo lo que cuento, quiero decir que mi cesárea fue respetada. Los profesionales sanitarios me tuvieron en cuenta en todo momento, me hablaban, me preguntaban. Me sentí respetada. Pude estar despierta para recibir a mi bebé, hice piel con piel desde el mismo quirófano… tal como pedí en mi Plan de Parto.
Si quieres puedes leer cómo fueron los pródromos de parto y mi cesárea de urgencia.
Nueve meses y un día después dice
Ay, pues yo tenía mucho a la cesárea. Que luego he visto que la gente se recupera muy bien. Todos esos sentimientos que comentas, creo que son muy frecuentes y yo, que no lo he vivido, me pongo en situación y te comprendo perfectamente. Peeeero, lo importante no es la salida, sino el camino y la llegada a meta. Un besito
Lucy Chibimundo dice
Algunas personas se recuperan mejor que otras…
Yo creo que cada paso importa, a mi al menos la llegada de Loki me dejó muy marcada emocionalmente.
La loca del Pelo Gris dice
Nuevamente me identifico mucho con tu post. Yo unos días después de nacer mi hijo me sentía totalmente prescindible. No tenia leche y el padre de la criatura se apañaba la mar de bien alimentándole con jeringuilla y cánula en el dedo. EL podia por si mismo cuidar del pequeño, yo sentía que no podia. Me pregunto si tiene que ver con al sensación que describes de haber sido «inútil» y pasiva durante el parto. Yo llegue muy confiada y segura, «deseando» sentir las contracciones, empujar y sentir como salía y el choque con lo que paso en realidad fue difícil de superar.
Lucy Chibimundo dice
Te leo y me leo a mi. Me jodió TANTO que lo que yo esperaba/pensaba y lo que ocurrió fuera tan distinto.
Me sentí una impostora incluso, como si hubiera engañado a alguien pensando que yo podía hacer todo eso y luego me diera de bruces con un NO gigantesco.
Poco a poco he tirado para arriba. Aún hay cosas que me hacen tropezar, dudo, y no me siento capaz… pero creo que le pasa a todas las mamás.
Mamá Pingu dice
Es muy normal que te sientas así. Me apena que los tabúes hayan impedido que en un primer momento pudieras desahogarte provocando que el tema se enquiste.
Por otra parte estoy segura que después de escribir esto te has sentido mucho mejor. Nadie sabe mejor que tu lo que has vivido. Y has vivido un parto. Distinto, con una serie de peculiaridades, pero un parto.
Claro que encontrarás incomprensión, indiferencia, incomodidad. Pero tu verdad sigue estando ahí. Y ahora yo lo sé y te mando mucho cariño para suavizar tus heridas.
Un beso enorme
Lucy Chibimundo dice
Muchísimas gracias por tu apoyo 🙂
Escribir y hablar ayuda, al menos a mi, muchísimo. Y si alguien se siente identificada y le sirve lo que cuento… entonces merece la pena.
la sonrisa despeinada dice
El primer parto acabó en forceps y yo con un desgarro nivel IV, por lo que el segundo fue cesárea. Para mí fue una experiencia muy dura, no por la recuperación que fue mucho más rápida y mejor que en el primero, sino por la mezcla de sensaciones. En cuanto a la gente, no quieren escuchar partos problemáticos, sean cesárea o no, lo sé por experiencia y esa frase te la cascan siempre.
Lucy Chibimundo dice
Las cosas feas nunca las queremos compartir, pero es necesario, porque pasan, y ignorarlas solo nos hace daño.
Vaya 2 partos más duros :*
Estela - Criando Pulgas dice
A lo mejor yo habría hecho el mismo comentario y ni me habría parado a pensar que lo que necesitabas era hablar de ello. Tantas cosas que se nos escapan en actos tan pequeños…
Agradezco leer estas cosas para sensibilizarme aún más y prestar más atención a este tipo de situaciones y poder ser de ayuda si alguien lo necesita.
Es difícil entender lo que no se vive pero se puede intentar cuando te lo cuentan :*
Lucy Chibimundo dice
Sé que se dice sin maldad, pero jo, como puede llegar a doler. Gracias por poner un poco de buena fe estando al otro lado.
Rosa Martínez dice
¡Hola, guapa!
Siento que tuvieras una cesárea de urgencia, yo estuve a punto pero no me libre de la episiotomía. Con respecto al parto la gente no quiere escuchar cómo te sientes cuando has tenido un parto complicado. Como bien dices se silencian los sentimientos de la madre y se les quita importancia. Es muy importante que te desahogues y hagas el duelo por el parto que no tuviste. Yo tuve que hacerlo también. Un abrazo.
Lucy Chibimundo dice
Muchas gracias por dejarme un comentario y por tu comprensión <3
La madre del pollo dice
Madre mía…ahora que te leo, cuando vino al mundo el pollo nada de lo escrito en tu plan de parto lo había contemplado siquiera. Así que ni mucho menos la posibilidad de una cesárea. Mi parto se provocó por rotura de la bolsa y venían las aguas muy sucias. Así que todo fueron prisas, más bien poco respeto y la verdad es que hasta pasado tiempo no he analizado aquel día como debería.
Seguramente de haber acabado en cesárea, nadie me hubiese preguntado ni nadie se hubiese parado a pensar en mi. Nadie habría caído en la cuenta que ya había perdido a 2 pollitos previos. Estoy segura que se hubieran limitado a decir eso de que «lo importante es que estábamos bien» y para casa. y lo más probable que la familia hubiese dicho exactamente lo mismo. Porque ya pasó con las dos pérdidas…la famosa frase «bueno mujer, ya vendrá otro» la he escuchado hasta hacer llorar mi corazón.
Así que amiga te entiendo. Y entiendo perfectamente tus sentimientos por tu cesárea aunque no lo haya vivido yo y te acompaño con ellos. Un abrazo muy grandote.
Lucy Chibimundo dice
Gracias, gracias gracias.
No me puedo imaginar como es enfrentar una pérdida, ni dos, ni el miedo al parto tras ello.
Por supuesto que es muy importante que mama y bebe estén bien… pero si solo te fijas en el resultado te pierdes mucho de un embarazo.
Bebe friki dice
Querubín nació por cesarea , después de un día más largo que un mes sin cobrar. Y si me preguntas si sabiéndolo hubiera pedido entrar a quirófano antes en lugar de seguir empujando te diría que si. Ojo, no era de urgencia, la cosa se torció pero chica, menuda paliza.
Lucy Chibimundo dice
Yo creo que cuando eliges algo se vive de otra manera. Si sopesas (sabiendo como ha sido) el dolor y la paliza, con la cesárea y decides una de las dos cosas es algo que sale de ti. Y la cesárea no es menos, es otro parto.
Los partos largos son agotadores :*
Nenufar dice
No hace un mes que tuve mi tercer hijo.
Tras duros meses de embarazo, que en un principio lo achacaban a la diabetes gestaciónaly a la anemia que padecía,al final termino en una cesárea de urgencia ya que mi hijo estaba en posición transversal y había roto aguas un mes antes de lo previsto. Cuando escuché cesárea me vine totalmente abajo. Sentí pánico a lo desconocido ya que mis dos hijos anteriores nacieron por parto natural, rápidamente y apenas sin dolor, y aquella palabra me derrumbó. No queria aquella operación porque quería sentir a mi hijo nacer y sabía q una cesárea iba a ser muy dura después, lo que no sabía era cuan dura iba a ser mi recuperación. El echo de ver cómo todo el mundo corre alrededor tuyo, el mareo tan brutal al inyectarte la anestesia, y encima escuchar a los.medicos decir q la cosa no va bien pues es algo que hay q vivirlo para sentirlo. Yo casi morí ya que tenía una gran hemorragia interna causada por varices uterinas q no me detectaron en el embarazo y si casi muero. Kamal nació solito sin poder gozar de esos.momentos encima de su madre y sin poder sentir esad caricias ya que se lo llevaron rápidamente a neonatos. Otro golpetazo. Nace tu hijo, apenas le das un beso y zas ya no está. Eso me hizo sentir muy mal ya aquello me hizo sentir mucho miedo y un sinfín de sentimientos contradictorios. Por todo ello opino que la cesárea no es la mejor manera de tener un hijo porque además del dolor post está el dolor de no poder sentir a tu hijito nacer de ti y eso produce ,al.menos en mi, una sensación muy desagradable, que no tiene por qué ser real, pero yo.no me. sentí madre. Hay que pasarlo para sentirlo. Sigo en proceso de recuperación tras apenas dos semanas y sigo débil pero muy felices junto a kamal que tras nacer no puedo separarme de él ni un segundo. Quizás me.siento culpable de no darle ese calor nada más nacer, pero no es porque no quisiera sino porque no podía. Así q mamás una reflexión; no es culpa nuestra, nosotras siempre deseamos lo.mejor para ellos pero a veces las cosas se tuercen y nada podemos hacer más que dejarlo en manos de.los.medicos
.
Lucy Chibimundo dice
Muchas gracias por tus palabras. Lamento que hayas tenido que pasar por una experiencia tan traumática como una cesárea y además la separación de tu hijo tan tempranamente. No tienes nada que compensar, alejaron a tu bebé de ti. Ahora es normal que lo quieras tener siempre junto a ti. Espero que la recuperación de tu cesárea sea muy rápida.
¡Muchos besos!
MashaB dice
Hoy en día a las que pasamos por cesareas nos juzgan demasiado, de flojas y conformistas de no nos bajan…pero no me hace ni mejor ni peor mamá que a alguien qu epaso horas de trabajo de parto. Tuve un encuentro inmediato con mi bebé y tuve mi momento de apego como si hubiera sido un parto humanizado….
Lucy Chibimundo dice
Es que no eres ni mejor ni peor. Eres una mama más <3
Me alegra que tuvierais contacto inmediato, para mi fue uno de los momentos más maravillosos de mi vida.
Papás casi primerizos( mis posts favoritos) dice
Tú ya leíste mi experiencia y sabes que la mía fue programada, pero aún así me costó superarlo, porque tenía otra idea del parto..Aún después de dos años no me recupero físicamente, y en el fondo es porque tampoco me he recuperado del todo psicológicamente. LAs tres horas y pico separados para mí fueron como un día entero, y aunque estaba con papá, a mí me dolió mucho no poder estar apenas con él y recuperarme entre recién operados de todo tipo. Y me da mucha rabia que piensen que es lo fácil, mi primer parto fue vaginal, y eso es lo que quería yo para mi segundo parto. Por suerte existe la cesárea, porque mi hijo sino no habría podido salir
Lucy Chibimundo dice
Es una suerte tener la cesárea, salva MUCHAS vidas de bebés y mamás. Ya sea programada o urgente, NUNCA es una decisión fácil, ni creo que sea elegir una opción de parto más fácil que un parto vaginal. Creo que cada uno tiene sus complicaciones y es injusto para las mamás que hemos pasado por cesárea que nos hagan de menos.
lai - asipiensaunamama dice
yo tuve dos partos vaginales, pero mi amiga tuvo dos cesareas. hemos comentado muchas veces las diferencias, y los pros y contras…creo que cada parto es un mundo. Uan cesarea puede ser muy respetada y un parto vaginal 0 respetado…depende siempre de con quien te encuentres, la situacion, el medico…
Lucy Chibimundo dice
Independientemente de cómo salga el bebé un parto debería ser lo más respetado posible. Creo que es posible tener una buena experiencia de cesárea respetada y un mal parto vaginal, que por muy rápido y «sencillo» que sea, si no es respetado y te hacen sentir mal, va a seguir siendo una experiencia negativa.
Y ahí voy, un parto no debería ser un mal recuerdo por el trato recibido.
Mamá Pingüino dice
Yo soy una pupas y antes del embarazo siempre decía que quería cesárea, que no quería dolores ni sufrir. Luego me di cuenta que eso eran tonterías. Y sobre todo me di cuenta cuando al final del embarazo bebé pingüino pensaba tanto que me iban a programar cesárea. Ahí fue cuando realmente me di cuenta que yo quería vivirlo. Por suerte el se adelantó y pude tener un parto vaginal, un poco complicado pero precioso y para mí perfecto! Acabo en fórceps y una epi enorme pero aun así fue muy respetado. Por eso entiendo cuando hablas de la importancia del respeto sea el parto como sea. Tengo muchas amigas que han tenido cesárea. En verdad, casi todas han tenido cesárea. Algunas fueron de urgencia y me dijeron que era lo peor que podía pasar. Así que entiendo todas tus palabras. A veces idealizamos las cosas y momentos tan especiales como estos más aún.
Lucy Chibimundo dice
El miedo al dolor y a lo desconocido es muy razonable y yo creo que en mayor o menos medida todas las mamás podemos empatizar con ello. En mi entorno todas las mamás prácticamente lo han sido por parto vaginal así que me faltó un poco de apoyo desde la experiencia de otras cesáreas y la tuve que encontrar en internet.
Annabel dice
Antes de mi primer parto, desde mi total ignorancia, pensaba que lo mejor que me podía pasar era una cesárea, sin dolor, que me durmieran de cintura para abajo y me la sacaran! Luego aprendes. Mi primer parto fue vaginal pero muy duro, el segundo una maravilla que me ha reconciliado con mi cuerpo 🙂
Lucy Chibimundo dice
Yo creo que es una idea que tienen muchas mujeres y me parece que es así porque no se habla de ello suficiente.
Misión: Mamá Ninja dice
Me gustó mucho tu contenido; mi primer bebé fue igual, cesárea de emergencia tras 2.5 días de oxitosina. En Bélgica no te dejan elegir y siempre quise la cesárea pues mi hermano sufrió complicaciones cuando nació de manera “natural” y por negligencia médica tiene parálisis cerebral. Me sentí de desprotegida y luego me llegó un texto que decía: si tuviste cesárea no eres una verdadera madre.
Creo que el parto, los cuidados y educación de nuestros hijos es una cosa muy íntima íntima como para que la critiquen.
Tengo toda la historia en el espacio de mamá por si quieres saber.
Lucy Chibimundo dice
Tienes toda la razón, las críticas deberían quedarse para otros ámbitos. ¡Me paso a leerte!
Bramer dice
Tuve una cesárea de urgencia en el 2013 y ahora en febrero llegaba mi segundo bebé. Sólo quería tener un parto vaginal y nada….otra cesárea de urgencia. Ya pasó un mes y cada vez estoy peor (psicológicamente) no puedo asumir que no sabré lo que es un parto natural, que mi marido no pueda ver cómo llegan al mundo sus hijos. La otra vez levanté cabeza porqué pensaba en mi segundo embarazo y creía que tendría un parto natural, Pero ahora ya no quiero tener mas hijos y creo que no voy á levantar cabeza……
Lucy Chibimundo dice
Lo siento tanto… a mi también me da fuerzas la idea de un segundo embarazo y de sanarme a través de un parto vaginal, no me hago idea de como debes sentirte, busca apoyo y ayuda, ánimo :*
Petra dice
Me he sentido tan identificada con tu relato. Yo lo tenía todo en mi cabeza: mi parto natural, a mi marido a mi lado, mi empoderamiento… Pero nada pudo ser como yo había imaginado. Mi hijo nació por cesárea de urgencia sin que yo ni tan siquiera sepa lo que es una contracción. Me sentí inútil e incapaz de verme como mujer.
En mi caso, además, el trato humano durante la cesárea fue inexistente y agravó mi sensación de odio y vacío. Sacaron (porque lo sacaron, yo no parí) a mi hijo, que no lloró, se lo llevaron del quirófano y la única frase que escuché (ni si quiera iba dirigida a mí) fue: «Ya está». Ya está el qué? Qué ha pasado? Donde está mi bebé? Ninguna de esas frases que pasaban por mi cabeza eran capaces de salir de mi boca. Estaba paralizada. Por suerte el anestesista (único al que puede considerarse PERSONA en aquel quirófano) leyó en mis ojos mi miedo y fue a preguntar por mi hijo. Volvió y me dijo que estaba bien, que estaba con el pediatra y con mi marido yque me lo traerían pronto. Lloré. Y sigo llorando cada vez que lo recuerdo. La angustia, la impotencia el bloqueo….
Recuerdo empezara recibir visitas y siempre la misma frase cuando empezaba a hablar… «Lo importante es que los 2 estais bien». Hasta mi marido… Una frase que era un puñal cada vez que la escuchaba… Como tu dices, yo necesitaba contarlo, decirlo en voz alta y que alguien me escuchase. Pero no, nadie quiere oir esas cosas. «Todo está bien», así que mejor callar… Eso me hundió más. Para terminar de destruír mis sueños y mis opciones de resarcimiento, hubo problemas con la lactancia y a los 10 días tuve que claudicar y dar a mi hijo biberón. Otro gran fracaso como madre y como mujer.
Lloraba por las noches cada vez que recordaba lo sucedido, y aún hoy, 2 años después, se me llenan los ojos de lágrimas y algo me oprime el pecho cada vez que pienso en ello.
Ahora estoy en la mitad de mi segundo embarazo y estoy obsesionada con el parto. No puedo pensar más allá. Busco y busco más información y calro, leo de todo, y me entra el pánico. No quiero otra cesárea, quiero MI PARTO. No quiero que me saquen a mi hijo, quiero PARIRLO yo. Creo que para mí sería la única forma de «resarcirme», de demostrarme a mi misma que puedo «ser una mujer completa». Siempre he querido tener 3 hijos, pero tengo tanto miedo a pasar otra vez por lo mismo, que me he jurado a mi misma que si mi 2º hijo nace por cesárea, no tendré el tercero.
Sé que la mayoría de personas que puedan leer esto pensarán que soy una «histérica» o «exagerada», que muchas mujeres pasan por cesáreas y que no se lo toman como yo, pero no puedo sacar mi experiencia de mi cabeza.
Lucy Chibimundo dice
Para nada pienso que seas una histérica, me siento totalmente relacionada con tu escrito, de verdad. Las cesáreas pueden ser más o menos respetuosas y cada una la vive como puede. Espero que esta vez puedas tener ese parto vaginal que deseas.
Carolina dice
Te entiendo perfectamente, no tanto en lo de » no» haber parido, cómo en todas los sentimientos y sensaciones de después.
A mí me era indiferente por dónde saliera, siempre que mi niña estuviera bien.
Lo peor fué la recuperación, perdí mucha sangre en la cesárea porque al ginecólogo le costó mucho sacar a mi hija por culpa de la mala sutura de una antigua apendicitis.
A parte de que tardo mucho en cicatrizar ( la cicatriz se vió bien a los 2 años y medio/3)
Esto me produjo inseguridad, porque, no podía valerme 100% por mí misma, tardé un mes en poderme hacer las cosas yo…
Lucy Chibimundo dice
Es difícil recuperarse de la cesárea y más en una situación como la tuya, lo lamento muchísimo.
Nancy dice
Te leo y me emociona, porque estás expresando lo mismo que sentí yo.
Tuve un embarazo súper tranquilo, me asesore mucho sobre cómo iba a ser mi parto (natural), como actuar antes y después. Y de repente, ya en el hospital, ya con 7 de dilatación, tuvieron que hacerme cesárea de emergencia.
La misma sensación de estar rodeada de desconocidos, el agotamiento por las contracciones, el miedo a la cirugía, los temblores, el Consuelo de «lo importante es que los dos están bien».
En mi caso, tuve pesadillas con la cesárea hasta dos meses después.
Te entiendo y te agradezco por escribirlo, porque no conocía a nadie que haya sentido lo mismo que yo.
Lucy Chibimundo dice
Aunque se dice que se hacen muchas cesáreas yo conozco a pocas mamis que hayan pasado por una. Y de entre ellas las que te hablan con sinceridad de la experiencia aún menos, porque está bastante mal visto. Por eso es necesario que lo hablemos y lo contemos.
Gracias por pasarte 🙂